NAUSEAS Y VOMITO
Aunque las náuseas se caracterizan por la desagradable sensación de vómito inminente, pueden, o no, conducir a él; en cambio, el vómito casi siempre es precedido por náuseas. Ambos trastornos tienen causas muy diversas, entre ellas haber comido en exceso, la actividad hormonal propia del embarazo los viajes en vehículo, la MIGRAÑA, el VÉRTIGO y una DIABETES que no se ha tratado.
Otras veces son síntomas de INTOXICACIÓN POR ALIMENtos, una forma de gastroenteritis producida por comer alimentos infectados con bacterias y a menudo acompañada de DIARREA: el vómito constituye un gran alivio en ese caso, pues libra al organismo de los agentes tóxicos.
Los accesos de vómito frecuentes durante lapsos prolongados deben recibir atención médica a la mayor brevedad posible porque pueden indicar enfermedades graves y conducir a la deshidratación.
Lo que los terapeutas aconsejan
Digitopuntura Se aplica presión en el interior del antebrazo, tres dedos arriba de la muñeca, en dirección al dedo medio, o bien, en el punto del abdomen situado a la mitad entre el esternón y el ombligo.
Herbolaria: Se recomienda tomar a sorbos una infusión de jengibre, menta o ambas hierbas. El tratamiento de algunos terapeutas, dirigido contra las causas del trastorno, incluye paliativos preparados con marrubio. Naturopatía Una vez diagnosticado el padecimiento y controlado el vómito, la dieta debe incluir sucesivamente sopas de verduras, pan integral tostado y arroz y verduras cocidos antes de volver a la normalidad. Homeopatía Se emplea Ipecac. si el malestar sobreviene cada vez que se come y se acompaña de retortijones, dolor de cabeza y sudoración profusa: Pulsatilla si sucede a as comidas grasosas en personas melancólicas que prefieren estar al aire libre, y Arsenicum album cuando se arroja un vómito muy ácido poco después de comer y se padecen dolores ardientes, escalofríos y agotamiento. En cualquier caso, la dosis es de una tableta con potencia decimal de 6 cada media hora hasta sentir mejoría.
El punto de vista ortodoxo
Las náuseas y el vómito no son enfermedades, sino síntomas de muy diversos trastornos. La tarea del médico consiste en averiguar y tratar su causa: de lo contrario se corre el riesgo de retrasar el diagnóstico de padecimientos graves, como la diabetes.
Cuando el malestar es ocasional y no tiene causa grave, está indicado beber abundantes líquidos (agua, té suave o agua de cebada) y prescindir de los alimentos sólidos, en particular los grasos.
Una vez diagnosticada la enfermedad, puede recurrirse a algún antiemético en forma de tabletas, supositorios o inyecciones, pero este tratamiento está contraindicado durante el embarazo.