Encina y Roble Quercus pedunculata y Q. robur, L.
CaracterÃsticas
La encina y el roble se diferencian por tener sus frutos o bellotas sostenidas por pedúnculos respectivamente sentados y alargados .
La encina es un árbol ramoso con tronco macizo, las hojas ovoides, alargadas, dentadas.
Su madera es compacta, dura, pesada y de color más oscuro que la de los robles. Hay varias especies de encina, todas, más o menos, útiles .y que pueden reunirse en 4 grupos: roble común, melojo, encina común, chaparra. (Véase también el "Haya"). La Q. ilex, L., se llama también "encina verdadera".
La Q. infectoria, Willd., produce la "agalla de levante" o "nuez de agalla".
En las ramas de las diferentes especies de encinas se forman las agallas, que son unas excrescencias producidas por la picadura de ciertos insectos del género Gynips o Diplolepis gallae tinctoriae, L.
Las mejores son las de Alepo, las de China, de Morea, de Esmirna, de Austria, etc. Las produce, como ya se dijo, la Q. infectoria. La hembra tiene en l abdomen una especie de pequeñÃsimo taladro, y con él perfora los tejidos vegetales; en la herida deposita un huevito. De allà que se produzca en ese punto una aglomeración de productos; los jugos nutritivos del árbol acuden con irregularidad a aquel sitio, formando, poco a poco, un cuerpo redondo que se llama agalla. En ésta se halla encerrado el insecto nacido del huevito. Allà sufre las transformaciones propias de los heminópteros. Llegando a su completo desarrollo, rompe su prisión y se marcha. Todas las agallas son ricas en tanino y ácido gálico; por esto se emplean para el curtido de las pieles, para fabricar tintas para tejidos y tinta de escribir, como también directamente para extraer el tanino y ácido gálico y para preparación de manipulados farmacéuticos astringentes.
Las bellotas, por su parte, contienen féculas, aceite graso, resina, goma, tanino, legumina, sales de potasio y calcio, alúmina y quercita. Son amargas.
Los turcos y árabes fabrican con ellas un licor agradable, llamado palamond: primero las entierran por algún tiempo para que pierdan su sabor amargo; luego las sacan y tuestan y mezclan el polvo con azúcar y aromas. Este árbol contiene la mayor proporción de tanino entre todas las plantas que se aplican al curtido de pieles. El tanino se produce de lo que la gente conoce con el nombre de casca o corteza interna. La casca se aprovecha durante la época del movimiento de la savia. Las recogidas en otoño suelen dar un 4 por ciento de tanino, las recogidas en primavera llegan a tener un 6 por ciento.
Uso medicinal
Es una lástima que mucha gente no sepa que la encina es medicinal, ya que prácticamente todas sus partes son tónicas y astringentes.
- Las agallas de la encina constituyen un excelente tónico hemostático y un astringente poderoso, pero esto según la procedencia. Se emplean para combatir la hemorragia del tubo digestivo y las producidas por hemorroides, para modificar las úlceras atónicas, etc.
El polvo de agallas se usa en dosis de 0,5 a 2 gramos; la tintura, 2 a 8 gramos; la infusión, 4 a 8 gramos por litro de agua. También se fabrica una excelente pomada astringente contra las hemorroides, heridas, úlceras, golpes, etc., llamada "virginal" o "de Fernel": se mezcla polvo finÃsimo de nuez de agalla, de ciprés, de corteza de granada, de hojas de zumaque y de almáciga, en proporciones iguales, con manteca de cerdo, como para obtener 20 gr. de ungüento rosado. El extracto de las agallas se ha recomendado contra la tenia o lombriz solitaria.
- La corteza de la encina y del roble es astringente y se ha recomendado como febrÃfuga. Se conoce una mezcla de corteza de encina, de manzanilla y de genciana, conocida por "quina francesa"; pero ella se reserva especialmente para uso externo, en polvo o cocimiento, contra llagas gangrenosas o las producidas por estar mucho tiempo en cama, y también en gargarismos, contra la angina crónica o gangrenosa; y finalmente, en forma de baño, contra los infartos glandulares, úlceras escrofulosas, contusiones, o bien. fiebres intermitentes en los niños.
Un subproducto de las industrias de curtiembre se usó un tiempo para fabricar un extracto útil en el tratamiento de la tuberculosis.
La mejor manera de usar la corteza es en cocimiento:
Corteza machacada 25 gr
Agua 500 gr Se hace hervir durante 15 minutos y se toman 4 tazas diarias, o más, según la intensidad de la enfermedad.
Es excelente contra la leucorrea, la tisis pulmonar v diarreas serosas.
La corteza tierna de las ramas, cortada en pedacitos y puesta a cocer durante media hora, produce un lÃquido que fortalece los intestinos; y, usada en baño, fortalece y entona. Este cocimiento sirve también para aliviar los dolores cancerosos del estómago y los de cabeza. No hay gargarismo mejor contra las úlceras de la boca y dolores de las encÃas. Es bueno este cocimiento contra las inflamaciones internas y contra las ventosidades.
Observación:
La corteza de esta planta se debe usar con mucha prudencia, ya que produce una contracción fibrilar tan pronunciada, que en el estómago causa una especie de crispación fatigante y dolorosa.
La corteza de la encina, cocida en vino y azúcar, es buena contra la debilidad del pulmón. También en combinación con ajenjo y cola de caballo, en dosis de una taza grande diaria en 2 porciones. En lugar de azúcar, se puede poner, con superior ventaja, miel de abejas.
Es conveniente mezclar la corteza de encina con sustancias que moderen su acción. También se usa la corteza exteriormente en lavativas, lociones, cataplasmas, etc. Nótese, por último, que el tanino de la corteza es el mejor contraveneno contra el cardenillo y otros compuestos del cobre, plomo, antimonio, contra el opio y el beleño, etc.
- Las bellotas de encina, tostadas y pulverizadas, puestas en infusión con agua —en proporción de 30 a 60 gr por litro— producen un licor tónico que conviene en algunas dispepsias, en las afecciones ascrofulosas de los niños, infartos abdominales y tuberculosis mesentérica.
Con las bellotas tostadas en fábrica se confecciona un excelente café especial —de mucho uso en Alemania— que sirve como tónico o fortificante para niños o personas de constitución débil. También previene las diarreas. La dosis es la misma del café común: unas 2 cucharaditas para una taza grande. A veces se emplea el polvo de bellotas, en dosis de 2 a 4 gr, como tónico y astringente.
d. Las hojas de encina se usan en infusión o cocimiento en vino tinto y un poco de miel, para gargarismos y enjuagues bucales, contra el dolor de muelas, en el reblandecimiento de las encÃas y de la campanilla, y en la angina crónica.
Una hoja de encina, aplicada un rato sobre la lengua, aplaca la acidez estomacal. Las madres de familia que, a veces, no saben qué hacer con sus niños que mojan la cama durante la noche, no tienen sino que darles un cocimiento de hojas pulverizadas de encina, pues éstas fortalecen y entonan la debilidad general, son buenas contra la diarrea, los cálculos, en las hemorragias y en las afecciones del hÃgado.
El tratamiento debe durar por varios dÃas. Se deben tomar
2 a 3 cucharadas grandes al dÃa.
Las hojas de encina producen efectos pare. cidos a los de la raÃz (Neuens). |