Judía o Poroto
Phaseolus vulgaris, L.
Características
¿Quién no conoce los porotos? Ciertamente, son pocas las regiones de la tierra que no posean alguna clase de esta legumbre, cuyas especies son tantas que es casi imposible enumerarlas. Entre las más comunes, se cuentan la blanca, la roja, la jaspeada, la negra y la amarilla.
Valor nutritivo
Es una de las legumbres más importantes y su consumo está muy generalizado porque sus tejidos forman una de las sustancias vegetales más ricas en nitrógeno y cuya composición no deja de tener analogía con la carne de los animales.
Según las investigaciones del químico Sáenz Diez, resulta que 77 gramos de porotos secos corresponden a 100 de carne fresca de vacuno. Es un alimento sano, nutritivo, de fácil digestión.
Recordemos aquel hecho bíblico en que Daniel y sus compañeros, en el destierro de Babilonia, consumiendo solamente porotos, pudieron conservarse más lozanos que otros, servidos con los manjares del rey.
Es cierto que los porotos tienen el inconveniente de causar muchas flatulencias, por cuya razón los predispuestos a flatos no lo deben comer, ni aquellos cuyo estómago es débil o está enfermo. Pero si, al prepararlos, se les quita el hollejo, su digestión se verifica con mayor facilidad. Además, si estas semillas son nuevas y tiernas, son más sabrosas y más fáciles de digerir.
Las vainas tiernas de algunas variedades ("porotos verdes") constituyen también un alimento apreciado y muy digerible, aunque alimenta poco. En ese estado, son refrescantes, livianos y saludables, y están formados casi enteramente de agua, mucílago, azúcar, albúmina vegetal y de fibra muy blanda; se puede pues, permitir su uso a los convalecientes.
Uso medicinal
Una vez reducidos a harina, los porotos tienen propiedades resolutivas muy pronunciadas.
Para el dolor de cabeza, mucha gente suele pegarse en las sienes y frente, y detrás de las orejas, porotos partidos por la mitad.