Ajenjo
Artemisia absinthium, L.
CaracterÃsticas
Planta perenne, de sabor muy amargo, cuyos tallos, hojas y flores exhalan un fuerte olor aromático y penetrante. La raÃz es dura y fibrosa; el tallo es ramoso y en su interior contiene una médula blanquecina. Las flores, pequeñas y numerosas, de color amarillo verdoso, van agrupadas en inflorescencias de longitud desigual, en los extremos de las ramas. El sabor amargo es más acentuado en las flores que en las hojas, y mucho más en las raÃces.
Pareciera que Dios haya dotado a esta planta de ese sabor tan amargo ("ajenjo" viene del griego, "negación de lo dulce") para que el hombre, al percartarse de sus cualidades medicinales, no abusara de ella. De hecho, hay que usarla con mucha cautela. Sobre todo, no conviene que hagan uso de ella personas excesivamente nerviosas, porque les puede producir insomnios y hasta alucinaciones.
El ajenjo no necesita mucho cuidado para su cultivo: crece casi espontáneamente en todas partes. En Chile, las flores aparecen por novjembre o diciembre y desaparecen en marzo.
Uso medicinal
El ajenjo es una planta medicinal por excelencia.
Se ha usado en tal sentido desde los tiempos más remotos. Ya el propio Galeno se refiere a él diciendo, entre otras cosas, que es un tónico muy poderoso.
En general, la acción estimulante y tónica, diurética y febrÃfuga del ajenjo ha sido reconocida hasta nuestros dÃas.
Es considerado también como uno de los mejores estomacales: no sólo porque elimina los gases y favorece la acción de los jugos gástricos, sino porque estimula el apetito y promueve la digestión, ya se tome en infusión o en polvo. Es sumamente útil contra la diarrea y la disenterÃa, las lombrices y la obstrucción intestinal.
Uso interno
- Con 3 gramos de polvo de ajenjo hecho pasta con un poco de miel se forman 3 bolitas para tomarlas media hora antes de cada comida, como estimulante, tónico y estomacal. Este remedio produce mucha tranquilidad y un cierto bienestar inexplicable en todo el organismo.
- Otro buen tónico, estimulante del apetito y digestivo es el vino de ajenjo. Se toma medio litro de buen vino blanco y se le echa 25 gr de hojas o flores de esta hierba. Se deja en infusión 4 dÃas; luego se cuela y se filtra. Dosis: una copita antes de las comidas como aperitivo (sola o en un vaso de agua fresca un poco azucarada) y una copita después, como digestivo.
Este vino se altera con facilidad, por lo cual conviene prepararlo en poca cantidad. Si no se desea efectos energéticos, se pone solamente 10 a 12 gramos de hojas de ajenjo.
No hay que abusar de este licor. Tal vez sea mejor preparar otro tónico muy bueno con vino azucarado, miel o jarabe, en proporción de 30 gr de ajenjo cuando está verde, o 15 gr cuando está seco, en medio litro de vino. Sin embargo, este tónico no es recomendable a personas de temperamento muy activo o que sufren de irritación al estómago.
- Haller recomendaba el ajenjo en las afecciones gotosas; y el célebre Linneo trató con él afecciones calculosas rebeldes. Muchos médicos célebres (como Heister, Willis, Veslingius) recomendaron sus propiedades diuréticas.
- Con esta planta se combaten eficazmente las fiebres intermitentes (dres. Cazin, Oichoux, Lupis, etc.). Para ello se toma:
Polvo de ajenjo 5 gr
Agua 200 gr Se calienta hasta la ebullición, se retira y se deja enfriar. Se toma una taza una hora antes de cada comida, mejor sin azúcar.
- Otro buen febrÃfugo —además de tónico y estimulante— es la infusión preparada con las hojas o las extremidades del ajenjo:
Hojas o extremos 5 gr
Agua 1 litro (o bien, simplemente, 2 ó 3 hojitas por taza de agua hirviendo).
Se deja infundir durante media hora; luego se cuela. Dosis: 1 taza durante 3 ó 4 dÃas por la mañana en ayunas y por la noche, antes de acostarse.
Esta infusión se aconseja, además, contra sueños agitados y se ha recomendado en la arteriosclerosis, anemia y enfermedades palúdicas. Finalmente, sirve para contrarrestar el mal aliento cuando es debido a trastornos estomacales.
- Las personas con depresión nerviosa, especialmente si ésta va acompañada de dificultades respiratorias y palidez amarillenta del rostro, tomen un par de veces al dÃa media cucharadita de polvo de ajenjo en una pequeña taza de agua, o bien a modo de pimienta en cualquiera de las comidas.
- Puede prepararse también con el ajenjo una tintura que se conserva por mucho tiempo sin alterarse. Bastan unas cuantas hojitas de ajenjo para saturar de su sabor amargo una botella de alcohol, resultando asà una disolución medicinal muy enérgica. Su empleo es muy recomendable para los viajeros que se sienten molestos a causa de mareos, náuseas y dolores de estómago. Es además un agradable tónico, aconsejado cuando se padece de debilidad estomacal a consecuencia de digestiones tardÃas.
- Según Hufeland, la tintura de ajenjo es el mejor y más rápido remedio contra la lombriz solitaria. También es buena contra las lombrices una infusión con vino blanco en vez de agua:
Ajenjo 30 gr
Ajo 30 gr
Vino blanco 1 litro Da, asimismo, buenos resultados la infusión teiforme con 5 gramos de hojas en 1/2 litro de agua.
Uso externo
- El ajenjo es uno de los ingredientes de una buena pomada antiespasmódica:
Ajenjo, ruda y menta, a/a 60 gr
Grasa de cerdo 500 gr Se machacan los vegetales, se mezclan con la grasa y esta mezcla se expone a un calor moderado hasta que se haya evaporado toda la humedad; se pasa entonces por un lienzo, exprimiendo con fuerza, y se deja enfriar en reposo. Se separa la pomada del sedimento; se vuelve a licuar a fuego moderado y luego se agita durante el enfriamiento.
.j. Contra las lombrices intestinales de los niños, se preparan con gran utilidad cataplasmas, de esta manera:
Cáscaras de naranjas
Ajenjo partes iguales Hierba buena
Se hace hervir el conjunto, luego se extrae y se escurre con un colador. En seguida, se machaca bien en un mortero de madera. Se agrega a la masa migajas de pan para formar una cataplasma homogénea, que se aplica sobre el ombligo del niño enfermo.
k. La infusión de ajenjo se emplea a modo de colirio para ciertos males de la vista; da también muy buenos resultados como detersivo y en lociones en las úlceras afónicas. |