CIÁTICA

La ciática es un fuerte dolor que recorre toda la extremidad inferior hasta el pie, a veces desde la parte baja de la espalda; su causa inmediata es la inflamación del nervio ciático, que desciende desde la región lumbar de la columna vertebral hasta la rodilla. El acceso puede presentarse de improviso (después de un mal movimiento, por ejemplo) y casi siempre se agudiza al agacharse, toser o estornudar. Entre las causas más comunes de la inflamación del nervio está la HERNIA DE DISCO, trastorno en que uno de los discos de cartílago situados entre las vértebras se disloca y comprime la raíz del nervio. ( DOLOR DE ESPALDA, LUMBAGO Y TRASTORNOS NEUROLÓGICOS.)

Lo que los terapeutas aconsejan

Acupuntura Los puntos tratados pertenecen a los siguientes meridianos; vejiga, vesícula biliar, riñón, bazo e intestinos grueso y delgado. También se prescribe la MOXIBUSTIÓN en los meridianos de la vejiga y el riñón.

Digitopuntura Se ejerce presión hacia el interior en el lado exterior de la pierna, a la distancia de una mano y un pulgar por encima del tobillo, entre la tibia y el peroné. Osteopatía Los osteópatas aconsejan estirar la región lumbar de la columna vertebral y reducir el espasmo de los músculos cercanos. Conviene también hacer ejercicios moderados para aumentar la movilidad de la zona. No obstante, la terapia osteopática no está indicada para casos graves, en los que la ciática afecta ambas piernas.

Hidroterapia Si el dolor es intenso y repentino, se prescribe la aplicación de hielo en la región lumbar. Para las neuralgias más benignas y crónicas son preferibles las compresas calientes. Algunos terapeutas aconsejan baños con hidromasaje y enseñan ciertos ejercicios y posturas que deben practicarse en la tina de hidroterapia.

El punto de vista ortodoxo

Para aliviar el dolor, los médicos recomiendan el reposo en cama, de preferencia sobre un colchón duro, y quizá prescriban analgésicos. Por regla general realizan un estudio radiográfico para determinar la causa del dolor y el consiguiente tratamiento. Si el estudio no revela la causa, se cuenta con otros medios de diagnóstico, como la tomografía axial computarizada y la mielografia (radiografía de la médula espinal después de inyectar un medio opaco a los rayos X).

En el caso de una hernia de disco, ésta puede encogerse con el tiempo y hacer que el dolor desaparezca espontáneamente. De lo contrario, su corrección quizá amerite una intervención quirúrgica; según la naturaleza del caso, podrían aplicarse las nuevas técnicas de cirugía artroscópica, que tienen la ventaja de ser menos cruentas y de que la recuperación es más rápida. Algunos médicos reconocen la eficacia de la quiropráctica para corregir un disco dislocado cuyo núcleo gelatinoso no haya formado hernia, y de la acupuntura para aliviar el dolor.