CALLOS
Los callos son engrosamientos y endurecimientos de la piel de los dedos o las plantas de los pies, y su causa más frecuente es el calzado mal ajustado. El simple uso de zapatos cómodos que no aprieten ni rocen los pies deberá eliminar los callos que ya se hayan formado.
Lo que los terapeutas aconsejan
NaturopatÃa Conviene trotar cuidadosamente los callos con una piedra pómez después de bañarse o lavarse los pies, o bien, disolver 120 g de sulfato de magnesio hidratado en una pequeña tina de agua caliente y sumergir los pies en ella de 5 a 10 minutos por la mañana y por la noche. Para prevenir los callos, algunos terapeutas aconsejan remojar los pies en agua de mar (o en agua con sal de mar) de 10 a 15 minutos, dos veces al dÃa.
Herbolaria Se recomienda cubrir los callos con jugo de limón o con un diente de ajo machacado y sujeto con gasa y tela adhesiva. Otra posibilidad es remojar los pies de 5 a 10 minutos en una mezcla de una parte de vinagre y dos de agua tibia.
El punto de vista ortodoxo
El pedicurista suele cortar el callo con un bisturà esterilizado y prescribir parches y un ungüento o tintura de ácido salicÃlico. Con toda probabilidad recomendará un cambio de calzado.