AJO
Ajo común – Baracatza
(ALLIUM SATIVUM)
Parte empleada: Los bulbos, comunmente llamados cabeza, que se fraccionan en los conocidos "dientes de ajo".
Propiedades: Estimula el apetito; activa las funciones digestivas; antiséptico y depurativo. Antiasmático.
Indicaciones: El ajo crudo, comido solo o agregando a la ensalada y viandas al tiempo de comer, es aperitivo y estimulante de los órganos de la digestión.
Purifica la sangre y todo el organismo. Contiene vitaminas, PP, BI, B2 y C. Corno también sales minerales y otras substancias muy útiles para la nutrición; almidón, mucÃlago, azúcar, sulfuro de alilo, crinina, etc. Esta última substancia es la que regula las funciones glandulares y normaliza las secreciones de humores digestivos y del metabolismo en general.
El ajo es muy útil contra la tuberculosis pulmonar, calma los dolores, facilita la expectoración, elimina las toxinas y mata los gérmenes infecciosos. Se come crudo en abundancia y se toma el jugo. El extracto o tintura de alium, muy usado para combatir la tuberculosis y otras enfermedades, se prepara macerando en alcohol dientes de ajo picado. Para curar los resfriados, catarros del pecho, bronquitis, tos persistente y también la convulsiva, se hacen hervir ajos en leche, se cuela, se endulza con miel de abejas y se toma frÃo, de dÃa, y caliente al acostarse.
El ajo posee propiedades tónicas, pectorales, antisépticas, emolientes, antiasmáticas, antibiliosas, carminativas, febrÃfugas, diuréticas, hepáticas, antidiabéticas, etc. A las personas que tomen ajo en abundancia no les da el cólera, la peste ni tampoco otras enfermedades infecciosas. El olor del ajo purifica y desinfecta el ambiente de las habitaciones de los enfermos. El jugo de ajos, mezclados con leche, es un excelente remedio para expulsar las lombrices.
El jugo de ajos se recomienda tomarlo contra la bronquitis y el asma: combate el estreñimiento, expulsa los gases intestinales, estimula la circulación de la sangre, tonifica el sistema nervioso, hace bajar la presión arterial, etc.
El jugo mezclado con agua, se toma contra las fiebres infecciosas, depura el organismo, mata los gérmenes patógenos de la fiebre, elimina los malos humores y las toxinas y obra como antiséptico muy eficaz. Además, normaliza las funciones del corazón, calma la excitación nerviosa y regulariza a la vez la circulación de la sangre y la temperatura. El jugo de ajos mezclado con agua, es muy eficaz para aliviar el dolor y curar rápidamente las llagas y heridas ulceradas. El caldo de ajos cocidos, solo o adicionado de miel de abejas, constituye una excelente bebida; estimulante del sistema nervioso y del estómago, aumenta el apetito, facilita la digestión y la expectoración, combate los calambres y convulsiones, expulsa los gusanos y lombrices intestinales, alivia a los enfermos de los riñones, del hÃgado y a los que padecen de circulación defectuosa de la sangre. El jugo de ajos se aplica en la cara, para eliminar las manchas y para hermosear el cutis: para que el tratamiento sea más eficaz, debe comerse al mismo tiempo ajo crudo. El aceite con ajos machacados se hierve, se cuela y se aplica tibio unas gotas para calmar el dolor de oÃdos.
Las friegas de ajos, alivian los dolores reumáticos. La ensalada de lechuga con ajos, se recomienda comerla de noche para curar el insomnio. Los ajos comidos en ayunas por las personas diabéticas, son útiles para disminuir la cantidad de azúcar en la orina.
El ajo machacado aplicado directamente sobre la parte afectada cura la sarna y la tiña. Además es muy útil y eficaz para neutralizar el veneno causado por picaduras o mordeduras de insectos o animales venenosos.