DIABETES
Una sed insaciable y ganas constantes de orinar son síntomas inconfundibles de diabetes, trastorno que se manifiesta cuando el páncreas deja de producir suficiente insulina, la hormona que regula el nivel de azúcar en la sangre.
La diabetes puede tener diversas complicaciones con el paso del tiempo, como ANGINA DE PECHO, endurecimiento de las arterias (ARTERIOSCLEROSIS), CATARATAS y ENFERMEDADES RENALES. Sin embargo, la mayoría de los diabéticos aprenden a vivir sin demasiados problemas con su padecimiento, que es incurable. No se sabe con certeza cuál es la causa de la insuficiencia insulínica: algunos médicos consideran que el trastorno puede ser hereditario, mientras que otros creen que la causa son ciertas INFECCIONES VIRALES.
Advertencia La diabetes es una enfermedad grave, así que el tratamiento médico es im-prescindible, en particular si quien la padece es un niño.
Lo que los terapeutas aconsejan
Naturopatía La mayoría de los naturópatas consideran que una dieta rica en fibra ayuda a reducir la necesidad de insulina del organismo, por eso recomiendan comer pan integral, papas, espinacas, cereales enteros, frutos secos y legumbres cocidas. Estos alimentos también ayudan a disminuir el nivel de grasas en la sangre y el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas.
Algunos terapeutas creen que las complicaciones de la diabetes avanzada pueden evitarse ingiriendo complementos alimenticios: por ejemplo, dosis diarias de vitaminas C (1 g) y E (250 UI), cromo (200 micro-gramos), manganeso (4 mg) y cinc (15 mg). Herbolaria Además de una dieta rica en fibra, los herbolarios aconsejan comer ajo crudo a las personas diabéticas porque hay pruebas de que ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre y el número de micciones al día.
Asimismo, recomiendan beber tisanas o infusiones preparadas con bardana (para normalizar el funcionamiento de los riñones), genciana (para estimular la actividad del páncreas) o galega (para reducir el nivel de azúcar en la sangre).
Aromoterapia Un remedio que supuesta mente ayuda a regular la actividad pancreática consiste en agregar al agua de baño una mezcla de seis a ocho gotas de cada uno de los siguientes aceites esenciales: alcanfor, eucalipto, geranio, enebro, limón y romero. Se cree también que a algunas personas las beneficia un masaje en la espalda con cuatro gotas de esa mezcla diluidas en una cucharadita de vehículo de aceite.
Yoga Se considera que algunos ejercicios de yoga equilibran las funciones del organismo y ayudan a mantener a raya la diabetes. Homeopatía Los remedios se prescriben según los síntomas de la persona diabética: por ejemplo, Phosphoric ac. si el cansancio físico hace que aquéllos empeoren: Silicea si los pies sudan y se sienten fríos: Uranium nit. si hay trastornos digestivos y debilidad, y Arg. nit. cuando la persona se siente deprimida. Dichos remedios deben tener potencia centesimal de 6.
El punto de vista ortodoxo
La mayoría de los médicos no se opone al empleo de remedios naturales para controlar la diabetes, a condición de que el enfermo reciba la dosis diaria de insulina que su organismo requiere, y tampoco objetan la prescripción de dietas especiales, sobre todo las que reducen al mínimo el consumo de azúcar.
Los niños diabéticos y un alto porcentaje de los adultos enfermos de diabetes requieren inyecciones diarias de insulina, que ayuda a contrarrestar la insuficiencia debida a mal funcionamiento del páncreas. En algunos ancianos la producción de insulina no se suspende del todo, por lo que sólo necesitan dosis diarias de la hormona por vía oral, en tanto que la dieta sola en ocasiones basta para controlar los casos leves de la enfermedad.
Los diabéticos que se inyectan insulina están expuestos a rebasar por descuido la dosis prescrita y sufrir una peligrosa disminución del nivel de azúcar en la sangre llamada hipoglucemia o choque insulínico, que se caracteriza por aturdimiento, dolor de cabeza repentino, sudoración profusa, visión borrosa, habla atropellada y pérdida temporal de la memoria. La mayoría de los enfermos reconocen estos signos de advertencia y alcanzan a prevenir el choque comiendo azúcar, pero si no lo logran, corren riesgo de caer en estado de coma. Si esto último sucede, hay que buscar ayuda médica sin demora.
Las personas propensas a sufrir choques insulínicos deben llevar una tarjeta en el bolsillo o portar un brazalete en el que se indique que padecen diabetes y que requieren auxilio inmediato en caso de hipoglucemia.
DIAGNOSTICO
Una de las tareas prioritarias que debe efectuar un terapeuta en la primera consulta de un paciente es averiguar cuál es la causa del trastorno o la enfermedad que éste padece. Determinar dicha causa se denomina emitir un diagnóstico, y el modo de proceder para alcanzarlo difiere según el tipo de sistema terapéutico que se practique. Para la persona enferma es muy importante escuchar el diagnóstico pues la ayuda a entender su situación y a disipar sus preocupaciones.
Pero no todos los terapeutas realizan un diagnóstico formal antes de emprender el tratamiento. Algunos simplemente aceptan las razones que los pacientes aducen para consultarlos porque consideran que todas las enfermedades se deben a la misma causa: la pérdida de las fuerzas curativas divinas o naturales (CURANDEROS).
Para los médicos alópatas, en cambio, cada padecimiento tiene causas y síntomas característicos y por eso el tratamiento debe ser específico. Su diagnóstico es en esencia un procedimiento científico que consiste en hacer observaciones del paciente y recurrir al razonamiento lógico para identificar la enfermedad.
Sin embargo, en la práctica muchos médicos prescriben alguna forma de tratamiento antes de llevar a cabo el diagnóstico, y admiten que no siempre lo hacen con criterio científico riguroso. Como muchos terapeutas heterodoxos, se basan en su experiencia o impresión subjetiva para formarse una opinión del estado de salud del paciente; han aprendido a identificar grupos de síntomas y pautas de comportamiento característicos, y por ello confían en su capacidad deductiva.
Todos los terapeutas empiezan por trazar la historia clínica del paciente, procedimiento de rutina que consiste en hacerle preguntas acerca de su estado de salud general y del problema específico que lo aflige, y si lo consideran necesario, lo someten a un examen físico o a diversas pruebas diagnósticas. A continuación se describen algunas de las principales técnicas utilizadas por los practicantes de las terapias naturales:
La historia clínica Se interroga a la persona acerca de sus síntomas, cuándo aparecieron y cómo se manifestaron la primera vez. También se le pide que proporcione datos acerca del estado de salud de sus familiares, el tipo de trabajo que realiza, las enfermedades que ha padecido, el ritmo de su tren de vida, si tiene alguna ADICCIÓN y si sus hábitos de sueño son normales (TRASTORNOS DEL SUEÑO). El terapeuta escucha con atención las respuestas del paciente y después le pide que opine sobre las posibles causas de su problema.
Algunos terapeutas formulan otras preguntas según su especialidad para completar el diagnóstico:
Los homeópatas hacen indagaciones acerca de los rasgos de personalidad del paciente (por ejemplo, si es ansioso o se perturba con facilidad); si presenta síntomas anormales (como dolor más intenso en un lado del cuerpo que del otro) o si tiene adormecida o adolorida una zona aparentemente sana. Para los homeópatas también son signos reveladores el apetito por alimentos específicos, la susceptibilidad a los cambios climáticos y el historial del paciente en cuanto a vacunas e inmunizaciones.
Los naturópatas se interesan en particular por el tipo de alimentación y el tren de vida del paciente; le hacen preguntas acerca de sus hábitos de sueño, sus funciones renal e intestinal, su actividad sexual y, en el caso de las mujeres, sobre la regularidad de su ciclo menstrual.
Para la medicina oriental los factores climáticos y los estados anímicos tienen relación directa con las enfermedades. El terapeuta, cuya especialidad podría ser ACUPUNTURA, DIGITOPUNTURA O SHIATSU, tal vez averigüe si al paciente lo afectan los cambios de estación y cómo reacciona su organismo ante el calor, el frío, el viento y la humedad ambiental.
Los osteópatas le hacen preguntas al paciente sobre las lesiones y los accidentes que ha tenido y evalúan la postura que adopta al sentarse, caminar, ponerse de pie y dormir.
El examen físico Algunos terapeutas no ortodoxos someten a sus pacientes a ciertos tipos de examen físico.
Para la medicina oriental el tomar el pulse y examinar la lengua son procedimientos in-dispensables. El terapeuta también escucha la respiración del paciente, mide la brillantez de sus ojos y examina el color y la textura de su piel. Los acupunturistas miden 12 pulsos distintos, 6 en cada muñeca, cada uno de los cuales revela el estado de salud de un órgano o sistema específico.
Los osteópatas realizan un examen minucioso de la columna vertebral del paciente, le piden que efectúe algunos movimientos simples, le miden la longitud de cada pierna y evalúan el funcionamiento de sus articulaciones.
Pruebas diagnósticas Además de análisis de sangre, radiografías y otras pruebas utilizadas por los médicos, muchos terapeutas heterodoxos recurren al DIAGNÓSTICO CAPILAR para identificar deficiencias de VITAMINAS. MINERALES y otros nutrientes; a la KINESIOLOGÍA para confirmar o descartar casos de hipersensibilidad o ALERGIA; a ciertos instrumentos electrónicos llamados biómetros para saber si hay bloqueos de ENERGÍA, y a la FOTOGRAFÍA DE KIRLIAN para evaluar el estado del aura. Los practicantes de la OSTEOPATÍA CRANEAL, la CURACIÓN ESPIRITUAL y la acupuntura diagnostican enfermedades pasando las manos sobre el cuerpo del paciente para percibir su aura e identificar bloqueos en el flujo de energía vital (AUROTERAPIA).
El diagnóstico Para los terapeutas que adoptan los llamados métodos holísticos, el diagnóstico es un medio para conocer al paciente como una totalidad y no un mero recurso para identificar su enfermedad. Pero como la mayoría de la gente desea saber qué está funcionando mal en su organismo, el terapeuta a veces se ve obligado a decirle al paciente cuál es el trastorno que padece, como ASMA O ARTRITIS, o que sus síntomas revelan un "desequilibrio" interior que requiere corrección oportuna.
En lugar de combatirla enfermedad como algo específico que le ocurre al paciente, dicho padecimiento es considerado como señal de que algo falla en su estado de salud general y que el tratamiento debe ayudarlo a sentirse bien de nueva cuenta; el objeto del diagnóstico y el tratamiento es el paciente, no la enfermedad.