ENERGÍA
Como fundamento de muchas doctrinas terapéuticas heterodoxas se halla la idea de que una forma de energía (el chi de la medicina tradicional china, el principio o fuerza vital de otras prácticas) circula por ciertas vías del organismo denominadas meridianos (ACUPUNTURA); su concentración en determinados puntos (conocidos como chakras en YOGA) afecta a la persona de manera física y mental. Para esas doctrinas, la enfermedad casi siempre es consecuencia de una obstrucción o un desequilibrio (por exceso o por defecto) en el flujo de energía, lo que altera las moléculas y las células de los diversos tejidos y órganos corporales: además, tales anomalías se presentan antes de que los métodos alopáticos puedan detectar sus efectos.
Así, algunos curanderos y practicantes de medicina china aseguran que pueden saber mucho antes que la medicina ortodoxa si algo no marcha bien en una persona. Otros terapeutas afirman que algunas técnicas, como la FOTOGRAFÍA DE KIRLIAN, revelan el flujo energético del cuerpo.
No se comprende cabalmente cuál es la relación, si la hay, entre esta clase de energía y lo que la física define como energía en sus diversas formas.
Los científicos no han podido verificar que ocurra fenómeno alguno durante las prácticas de curación espiritual, en que el curandero o sanador se refiere a una transmisión energética entre él y su paciente, o cuando los maestros de yoga describen el paso de dicha energía por los chakras del cuerpo. Sin embargo, prosiguen las investigaciones en busca de pruebas objetivas que confirmen su existencia.
Autoayuda Muchos terapeutas heterodoxos advierten que la buena salud no consiste en gozar permanentemente de un alto grado de energía, pues ello acabaría por extenuar el cuerpo y la mente al privarlos de la relajación, la reflexión y el descanso necesarios; en ocasiones hay que permitirse incluso momentos de tristeza y depresión. Llevar una vida plena y saludable significa aceptar que la mente y el cuerpo atraviesen alternadamente por estados de energía positiva y negativa, en alto y en bajo grados. En una persona sana, la energía fluye libre y naturalmente entre esos cuatro estados.
Según cada terapia, existen distintas formas de estimular el libre flujo de energía; he aquí algunas:
Ejercicio y desahogo Estas dos técnicas tienen la virtud de reducir el grado de energía. La práctica regular de un EJERCICIO rítmico de tipo aeróbico, como el TROTE, la natación y el salto con cuerda, libera la TENSIÓN MUSCULAR y mental, y estimula en el cerebro la secreción de endorfinas, sustancias de propiedades analgésicas y sedantes. Incluso los casos de DEPRESIÓN mejoran con el ejercicio regular.
Se sabe que la risa, el llanto, los gritos y los golpes dados a un objeto blando constituyen medios de exteriorización que alivian los sentimientos reprimidos. Además, está demostrado que el llanto modifica el ritmo respiratorio y reduce el nivel de hormonas relacionadas con el ESTRÉS.
Dieta Los alimentos y bebidas estimulantes, como el café, el té, el chocolate y las golosinas azucaradas, aumentan el grado de energía; muchas personas que padecen ANSIEDAD mejoran notablemente con el solo hecho de evitarlos. Por otra parte, la práctica del ayuno reduce el nivel de hormonas suprarrenales en la sangre, lo que puede calmar a las personas que se en-cuentran en estado de agitación. Con esta misma finalidad, la medicina ayurvédica de la India aconseja la ingestión de alimentos lácteos, grasas y FIBRA, mientras que reserva la carne, las especias y los caramelos para aumentar el grado de energía de las personas deprimidas.
Respiración Se cuenta entre las técnicas que modifican el estado energético con mayor rapidez (RELAJACIÓN Y RESPIRACIÓN). Para favorecer la relajación se recomienda la respiración diafragmatica, que reduce el ritmo cardiaco y la PRESIÓN ARTERIAL. Al levantarse por la mañana conviene practicar la respiración profunda de yoga, que ayuda a despabilarse y a mantenerse bien despierto. Cuando el grado de energía es muy bajo, la respiración diafragmática rápida vigoriza el cuerpo y la mente.
El punto de vista ortodoxo
La energía, en el sentido científico de la palabra, forma parte de algunos tratamientos alopáticos, como la radioterapia. En ellos, cierta forma de energía física se dirige a determinado punto del cuerpo, donde modifica la estructura de las células.
En cambio, el concepto heterodoxo de energía es inaceptable para la medicina alopática por el hecho de que no tiene explicación científica. Aunque algunos experimentos realizados recientemente con curanderos tradicionales parecen haber demostrado que puede darse un intercambio de energía entre seres vivos o entre personas y objetos inanimados, las técnicas empleadas para medirlo aún son rudimentarias, y la mayoría de los científicos desconfía de sus resultados: entre dichas técnicas están la FOTOGRAFÍA DE KIRLIAN y el DIAGNÓSTICO intuitivo.
No obstante, aunque la controversia no ha terminado, algunos médicos se muestran más abiertos a la posibilidad de que exista esa forma de energía.