ENFERMEDAD DE RAYNAUD
El mal de las manos frías
Con el nombre de enfermedad de Raynaud se conoce el entumecimiento pasajero que algunas personas padecen en los dedos de las manos y, a veces, de los pies, casi siempre acompañado de palidez. En los casos graves, las partes afectadas se amoratan y luego arden a medida que recuperan su color normal: en raras ocasiones se forman ÚLCERAS en la piel o llega a producirse gangrena (muerte y descomposición de los tejidos por una falta prolongada de irrigación sanguínea).
Los ataques de esta afección se deben a que las arterias que irrigan los dedos, al estar expuestas al frío o a estímulos emocionales, sufren un espasmo momentáneo (de unos 15 a 30 minutos de duración) que reduce el suministro de sangre y oxígeno a los dedos. Entre sus causas están diversos trastornos circulatorios, el golpeteo o la vibración producidos por el uso de ciertos instrumentos o herramientas, algunos medicamentos y el TABAQUISMO. Los pianistas, las mecanógrafas y los operadores de taladros neumáticos son particularmente propensos a padecer este trastorno. Sin embargo, en 60% de los casos se desconoce la causa del mismo.
La enfermedad o fenómeno de Raynaud, como también se lo llama, debe su nombre a Maurice Raynaud (1834-1881), afamado médico francés que, a principios del decenio de 1860, la describió como "un caso de asfixia local de manos y pies, que conduce a la gangrena".
Autoayuda Si no es posible evitar la exposición al frío, conviene usar gorro, guantes y medias (calcetines) abrigadas, así como zapatos con forro de lana. Para dormir pueden necesitarse también prendas que mantengan calientes las partes afectadas, y es aconsejable tener a la mano un envase térmico con alguna bebida caliente (de preferencia leche o té), por si las molestias llegaran a perturbar el sueño.
Hay que practicar algún EJERCICIO diariamente y hacer comidas regulares que incluyan comidas calientes. Como el humo del cigarrillo contrae las arterias y disminuye consecuentemente el suministro de sangre al organismo, se hará bien en evitarlo. También conviene abstenerse de las actividades que parezcan producir los ataques.
En los apartados ENFRIAMIENTO e HIPOTERMIA se dan otras recomendaciones para conservar el calor del cuerpo.
Lo que los terapeutas aconsejan
Bioautorregulación En opinión de quienes practican esta disciplina, las preocupaciones y los disgustos reducen la afluencia de sangre a las extremidades, sobre todo a los dedos de manos y pies; eso les ocurre en particular a las personas que padecen la enfermedad de Raynaud.
El terapeuta recomendará adiestrarse en el calentamiento de las extremidades mientras se sostiene un termómetro: el paciente debe relajarse e imaginar que se encuentra en un ambiente cálido, tal como una playa soleada o tomando un baño caliente, y luego observar el efecto en el termómetro. De esta manera, pronto aprende a controlar los ataques.
El punto de vista ortodoxo
Si los síntomas son graves y no ceden con el calentamiento normal, el médico prescribirá algún vasodilatador para favorecer la circulación, y es posible que efectúe pruebas radiográficas o sanguíneas para descartar otros padecimientos.
Un tratamiento más reciente de la enfermedad de Raynaud consiste en la administración intravenosa de un sucedáneo sintético de la prostaciclina, sustancia natural del organismo que actúa como vasodilatador y antiagregante plaquetario; el tratamiento debe recibirse en un hospital durante un periodo total de 72 horas que se distribuye en varios días. Actualmente se investiga la posibilidad de fabricar tabletas de la misma sustancia para que puedan tomarse en casa.