FRACTURAS
Aunque las fracturas óseas casi siempre se deben a un golpe violento, a veces son consecuencia de esfuerzos excesivos al correr (las llamadas fracturas por tensión) y en raras ocasiones ocurren espontáneamente. En este último caso, el riesgo aumenta con la fragilidad ósea producida por la OSTEOPOROSIS.
Cuando el hueso se fisura o se rompe, pero los tejidos circundantes no sufren daños de consideración, se habla de una fractura cerrada o simple; en cambio, si el hueso roto desgarra los tejidos vecinos y atraviesa la piel, la fractura se llama abierta o compuesta. Las fracturas abiertas implican el riesgo de contraer una infección y requieren un tratamiento quirúrgico.
Lo que los terapeutas aconsejan
Cimática El terapeuta pasa por la zona de la fractura un instrumento que emite ondas sonoras de alta frecuencia. A veces hace que el paciente se meta en una bañera de agua caliente por la que se transmiten las ondas. Herbolaria La consuelda (cuyo nombre alude a la virtud de consolidar las heridas) es un remedio tradicional para tratar las fracturas. En forma de ungüento apresura la curación de los huesos y otros tejidos. Con las raÃces machacadas se prepara una pasta pegajosa que se aplica alrededor de la fractura y, una vez seca, actúa de manera parecida a los vendajes enyesados.
El punto de vista ortodoxo
El tratamiento inmediato para las fracturas menores consiste en inmovilizar el miembro afectado con una férula o un cabestrillo para aliviar el dolor y evitar mayores daños; a continuación hay que acudir a un médico. Los casos más graves exigen una intervención médica urgente para reducir la fractura (acomodar los fragmentos de hueso), quizá por medios quirúrgicos, y una in-movilización más estricta. Si el médico lo juzga necesario, puede recurrir a los rayos X.
Se ha comprobado cientÃficamente que la CIMÃTICA acelera la curación de las fracturas, y en algunas clÃnicas ortopédicas se emplea con ese fin.