HIPOTERMIA
Se llama hipotermia al descenso anormal de la temperatura corporal. Puede ser consecuencia de una intoxicación o sÃntoma de diversas enfermedades, pero su causa más frecuente es una exposición prolongada al frÃo. Los recién nacidos y los viejos son particularmente vulnerables a este tipo de hipotermia, pero cualquier persona puede serlo si no se protege debidamente.
En condiciones de frÃo riguroso, el cuerpo tiende a mantener una temperatura de 37°C, a veces poniendo en marcha mecanismos como el temblor. Aun asÃ, la falta de ropa adecuada o, peor aún, el hecho de tener la ropa mojada, puede bajar la temperatura corporal de manera peligrosa: a los 35°C el metabolismo se vuelve más lento, y a los 33°C cesa todo temblor y se presentan confusión y pérdida del equilibrio. A los 30°C se pierde el conocimiento, y si la vÃctima no recibe atención inmediata, pronto le sobreviene la muerte.
Lo que los terapeutas aconsejan
NaturopatÃa El tratamiento está encaminado a prevenir el deterioro circulatorio que suele presentarse en la vejez, provocando la pérdida de calor corporal. Por eso, la práctica regular de un EJERCICIO es recomendable a cualquier edad. Además, la ingestión periódica de bebidas calientes y caldos ayuda a conservar la temperatura normal.
Entrenamiento autógeno Esta disciplina es muy útil para ayudar a los ancianos a prevenir la hipotermia, pero no debe olvidarse la necesidad de proveerlos, además, de alimentación, ropa y calefacción adecuadas.
El punto de vista ortodoxo
Los casos graves de hipotermia requieren atención de urgencia. Mientras se espera a recibirla, conviene abrigar bien a la vÃctima y, si está inconsciente, ponerla en posición de reanimación. Si está consciente, pueden dársele bebidas no muy calientes: el masaje y las bebidas alcohólicas no son aconsejables porque estimulan la circulación superficial y privan de sangre a los órganos vitales.