Los porotos soya se cultivan intensamente, por ser el alimento natural más completo que se conoce, son tan familiares a las dueñas de casa de la mayor parte de los países del mundo como lo fueron para los chinos que, hace 5 mil años, hicieron de ellos importante parte de su alimentación.
La parte principal son las habas o porotos, de los cuales se extrae aceite comestible de excelente calidad, sirve de materia prima para otros productos industriales, como también es útil en agricultura, ya que sirve de forraje y fertilizante.
La planta tiene muchas aplicaciones en el uso doméstico. La parte principal de los granos, habas o porotos de la soya, tanto de los colores obscuros o claros, que una vez molidos o hechos harina se hace un sabroso pan que es el único que los enfermos de diabetes pueden comer.
Este pan preparado en la forma corno se prepara el pan en las panaderías resulta mucho más rico que el de trigo. Para los enfermos de diabetes en la preparación de este pan en vez de agua use leche, agua de nogal, manteca o mantequilla, etc. Además de ser agradable, este pan es nutritivo, pues contiene mucha albúmina, grasa, y la quinta parte de su peso contiene un rico aceite que es un alimento especial para los que sufren de diabetes, débiles en general.
Contiene más de 400 calorías por 100 gramos de su peso.
Se puede usar las habas secas de la soya en la misma forma como se usan los granos de arvejas en sopas preparadas con mantequilla, en guiso, etc., para los diabéticos.
Hay preparaciones de la leche de soya, sa!sa de soya, cremas, etc. Todos constituyen alimentos poderosos tanto para los diabéticos como para los sanos. Un kilo de harina de porotos soya contiene tanta proteína como 68 huevos, 12 litros de leche o dos kilogramos carne sin hueso.
La soya abunda en varias vitaminas, sobre todo en la B1 y la B2.
Contiene una buena cantidad de vitamina E de la fecundidad; la K., importante para la coagulación de la sangre y la niacina, preventivo de la pelagra, y si bien es cierto que las habas propiamente tales carecen de la vitamina antiescorbútica C, compensan con creces esta deficiencia los zarcillos que echa el grano al germinar, los cuales son tan ricos en esa vitamina como los tomates.
La soya abunda también en las substancias minerales que deben formar parte de nuestra alimentación diaria.
Contiene dos veces más calcio, elemento importantísimo de los huesos, que la leche, y es rica en fósforo, hierro, cobre, magnesio potasio y sodio.
Como por don de profecía, el sabio alemán Furstenbergs dijo en 1917 que la soya era "la planta que revolucionaría la nutrición de la humanidad". En ese tiempo era Alemania el país que más soya importaba, casi toda de la Manchuria.
Esta leguminosa es semejante en su aspecto a los porotos o frijoles, sus legumbres o vainas son gruesas y encierran de dos a cinco granos, los que tienen 40 por ciento de materias nitrogenadas, 16 por ciento de substancias grasas y 10 a 16 por ciento de hidrocarburos.
Es una semilla muy alimenticia, y la gran cantidad de aceite que suministra ha dado lugar a la industria de su extracción.
La poca cantidad de fécula que contiene la harina de esta leguminosa, le ha dado preferencia en algunos países, para fabricar pan y bizcochos para los diabéticos.