TILO
AntÃespasmódÃco y suave hÃpnótÃco
Según la mitologÃa, el centauro Quirón era hijo de Saturno –previamente convertido en caballo– y de Filira, la cual al darse cuenta del monstruo que habÃa engendrado suplicó a los dioses ser apartada de entre los mortales, a lo cual estos accedieron convirtiéndola en un árbol: el tilo.
De aquà proviene el nombre griego del tilo: Phylira, convertido en Tilia por los romanos.
Dedicado a Venus, el tilo ya se empleaba en medicina por griegos y romanos, que alababan sus virtudes; Teofrasto lo describe con detalle, añadiendo que existen dos variedades de tilo: macho y hembra, que a pesar de ser ligeramente distintos de aspecto gozan de las mismas cualidades.
Ovidio en sus Metamorfosis también lo cita y alaba su fresca y calmante sombra, y Plinio aconseja el uso de su corteza para aliviar los ojos fatigados o inflamados.
Sin embargo, Dioscórides, Mattioli y Laguna desconocieron las cualidades que lo han hecho más precioso: la de distender los nervios, calmar los corazones excitados y suprimir los espasmos. Sus conocimientos los resume Laguna en la siguiente forma: «La corteza de la tilia, mascada y puesta en forma de emplasto suelda las frescas heridas; sus hojas, majadas, resuelven las hinchazones, hacen renacer los cabellos e impiden su caÃda. El zumo de sus hojas es dulce y su fruto no suele ser tocado jamás por ningún animal y su madera no es corroÃda por la carcoma».
TodavÃa en el siglo XVII Pauli (1603-1680) asegura que el mucÃlago conseguido a base da la corteza media del tilo (la albura) y de agua de llantén es excelente para las quemaduras, y Ettmuller asegura en 1686 que la decocción de sus hojas sirve para calmar los cólicos, y finalmente Chomel certifica que la decocción de la madera de tilo, especialmente de las ramas de dos años, alivia la hidropesÃa.
Quizás sea Schroeder en su Pharmacopée de 1665 el primero en considerarlo un buen calmante para los dolores de cabeza, los vértigos, la epilepsia y la apoplejÃa, asà como el polvo de sus frutos para detener las hemorragias nasales. En 1765, Cartheuser confirma la acción nervina, cefálica y débilmente hipnótica de la flor del tilo, siendo a partir de entonces cuando se convierte tan importante para la farmacopea, que en Francia una ordenanza real ordena plantar tilos a lo largo de las carreteras y reservar su recolección a los hospitales, plantaciones que luego se extendieron a muchos otros paÃses.
Nombre botánico
Es la Tilia europea de la familia de las Tiliáceas.
Sin embargo, existen otras dos variedades de tilo: la T. cordata y la T. vulgaris, que son muy semejantes y pueden usarse indistintamente.
Sinónimos
Tilo Tila (la flor) (español); lil.ler, tillol, tell, (la flor: tilda) (catalán); tilleul, thé d'Europe (francés) tilia, tilha, tilleira, (la flor: tilia) (portugués); linden-tree, linden-flower (inglés); Linde (alemán); tiglio (italiano).
La planta
Es un bermoso árbol que puede vivir hasta 400 o 500 años y alcanzar una altura de 20 a 30 metros. Su tronco es recto y está recubierto por una corteza grisácea, lisa cuando es joven, pero que se agrieta con la edad; tiene ramas alargadas un tanto arqueadas y muy espesas cuyo tupido follaje da fresca sobra en el verano y queda deshojado en invierno. Las hojas son de color verde claro, pecioladas, acorazonadas y puntiagudas, festoneadas en sus bordes por finos dentellones. Las flores, numerosas y de un color amarillo claro se abren de mayo a junio y están dispuestas en corimbos, y a sus pedúnculos se adhiere una larga bráctea membranosa.
Dichas flores, que exhalan un perfume suave y penetrante se recolectan aproximadamente hacia fines de junio, en un dÃa seco y soleado, seleccionando las que se acaban de abrir y dejando en el árbol las que todavÃa están encapuchadas y las ya marchitas, y luego se secan a la sombra. En realidad las brácteas no sirven para nada, pero en el comercio son un sello de garantÃa.
Hábitat
Crece espontáneo en los bosques de toda la Europa templada, y ha sido profusamente plantado en parques, plazas, calles y carreteras de numerosos pueblos y ciudades.
Principios activos
Las flores contienen pequeñas cantidades de mucflago, taninos, azúcares, saponinas, hesperidina y una esencia en la que se ha encontrado un alcohol sesquiterpénico, el farnesol.
La albura, o segunda corteza del tilo, contiene floroglucinol, trifenol, y otros polifenoles.
Efectos
Las flores son antiespasmódicas, sedantes, ligeramente hipnóticas, sudorÃficas, diuréticas y actúan sobre la viscosidad y la hipercoagolubilidad de la sangre, por lo que se usan contra toda clase de estados espasmódicos, la indigestión, el insomnio (especialmente de niños y ancianos), las neurosis, la histeria, la hipocondrÃa, la ateriosclerosis y la plétora; también las hojas se usan para combatir las migrañas y los estados febriles. En cuanto a la albura es colerética y antiespasmódica, siendo usada en las afecciones reumáticas y hepatico-biliares.
Preparaciones
Las flores se emplean en infusión y baños; la corteza en decocción, las hojas en cataplasmas, el fruto como rapé y la madera como carbón.
Infusión
Bastan 5 o 6 brácteas floridas en una taza de agua hirviendo que se deja reposar unos diez minutos.
Font Quer cita una receta muy simple consistente en: «coger una onza de flores de tila y distribuidlas en doce partes; cada parte envolvedla en un papel blanco, bien limpio, y guardadla asÃ. Con las flores de cada uno de estos paquetitos podréis preparar una taza de tila echando las flores en agua hirviendo, tapando el cacharro y retirándolo del fuego. La tila se toma endulzada con azúcar o miel». Hay quien para reálzar su acción añade a esta tisana una cucharadita de agua de azahar. Es la versión casera de los preparados comerciales.
En los insomnios y disturbios del sueño se torna una taza al ir a la cama.
En los disturbios digestivos de carácter nervioso, migrañas, palpitaciones, vértigos, espasmos, neurosis y demás disturbios citados, deben tomarse tres o cuatro tazas a lo largo del dÃa.
Baño
Se hacen hervir durante veinte minutos a fuego lento 200 gramos de flores en dos litros de agua; se aparta del fuego, se deja reposar otros 15 minutos, se cuela y se añade al agua de un baño bien caliente.
Este baño es excelente contra las migrañas y es muy recomendable para todas las personas nerviosas y para curar las convulsiones de los niños. Además, tanto este baño como la infusión son un excelente tónico para la piel.
Decocción de corteza
Echar 20 gramos de albura en un litro de agua; se hace (servir durante 10 minutos, se aparta del fuego y se deja reposar otros 15 minutos; se filtra y aromatiza con miel.
En caso de cólicos nefrÃticos o biliares, se realiza una cura tomando diariamente este litro de decocción en varias tomas hasta lograr la expulsión de los cálculos.
Una cura prolongada de esta decocción a base de un par de tazas diarias es excelente en toda clase de afecciones reumáticas.
Tanto bebida como aplicada en lavativas frecuentemente da resultados inesperados en las diarreas crónicas y enfermedades inflamatorias del estómago e intestinos.
Cataplasmas de hojas
Las hojas machacadas y reducidas a papilla constituyen una buena cataplasma calmante para las quemaduras, llagas dolorosas, hemorroides inflamadas y herpes.
Rapé
Los frutos del tilo poseen todas las propiedades emolientes de la corteza y de las hojas. Su almendra convertida en polvo impal-
pable y aspirada en forma de rapé, sirve para contener las hemorragias nasales.
Carbón
El carbón de tilo ha sido empleado como febrÃfugo; prestando también incontestables servicios en las disenterÃas y dispepsias. Aplicado sobre las quemaduras y úlceras gangrenosas actúa como astringente y desinfectante.
Observación
En las preparaciones citadas no es necesaria una gran precisión en las dosis, pues su inocuidad absoluta hace que no exista el menor peligro si nos pasamos algo. |