ÁLAMO NEGRO
Populus nigra L. Familia: Salicaceae
Otros nombres populares: Álamo negrillo o, simplemente, negrillo, pópulo, pobo, chopo, chopo mosquitero.
El álamo negro es un árbol de hoja caduca, que alcanza hasta 30 m de altura. Sus hojas son de color verde oscuro tanto en el haz como por el envés, pecioladas, ligeramente dentadas y de forma triangular. Es una especie dioica, es decir, que unos árboles tienen flores masculinas y otros femeninas (Pamplona, 1996).
Las hojas, son anchas en la base y se unen al pezón como queriendo formar una cuña, para volverse a estrechar poco a poco hacia lo alto, donde se aguzan en una punta muy angosta. Todo en derredor, salvo en el extremo, tienen unos menudos dientes o festoncitos, y el color general de la lámina es de un verde alegre, sobre todo recién formadas; no se ve pelo alguno sobre ellas, ni por la haz ni en el envés. A ambos lados de la base del pezón traen sendas hojitas pardas, las estípulas, diminutas, muy sutiles y agudas, fugaces, que se caen o desprenden poco después de formadas las hojas (Sisa, 1998).
Las flores son muy pequeñas, insignificantes, reunidas en gatillos. Las masculinas tienen una escama laciniada en cada flor, y de 12 a 20 estambres; las femeninas, la misma escama y un rudimento del fruto que remata en 4 estigmas reflexos y amarillentos. La cápsula resultante se abre en 2 valvas y suelta sus numerosas semillas, cada una con su penacho de pelos blancos. Las hojas tienen sabor herbáceo un poco acerbo, ligeramente amargo y un si es no es aromático (Sisa, 1998). Florece a fines de invierno o al empezar la primavera.
USOS MEDICINALES POPULARES
Las substancias resinosas y la esencia que embadurnan las yemas del álamo negro, incorporadas con manteca de cerdo y otras substancias se emplean desde remotos tiempos para calmar los dolores de las hemorroides. Con las yemas, ya hechas, pero antes de apimpollar, se prepara el ungüento popúleo (Sisa, 1998).
Como ungüento sirve para templar o calmar el dolor, aprovecha contra las hemorroides y quita la leche de los pechos (Sisa, 1998).
El ungüento de yemas, cocidas con manteca de cerdo fresca, calma el dolor de las heridas y de las hemorroides, y disipa sus inflamaciones (Caron y Clos Jouvé, 1973).
COMPOSICIÓN QUÍMICA Y PROPIEDADES MEDICINALES
En las yemas foliares del álamo negro se encuentran varias materias resinosas y una esencia de color amarillento y olor parecido al de la manzanilla, constituida por una mezcla de parafinas homólogas (de unos 24 átomos de carbono), de d-humuleno y de diversos sesquiterpenos; el humuleno es cariofileno a (Sisa, 1998).
Además, se encuentra en ella manita, los ácidos málico y gálico, una grasa, acetato amónico, una substancia cristalina de naturaleza glucosidica, salicina, populina, tectocristina, crisina (dioxiflavona y oxi-metoxiflavona) (Sisa, 1998).
Las yemas foliares y en menor proporción la corteza de las ramas, contienen un aceite esencial, glucósidos flavonoides y fenólicos (salicina y populina), y tanino (Pamplona, 1996). También es utilizado el carbón vegetal de álamo, el cual finamente pulverizado actúa como un poderoso adsorbente de toxinas en el conducto digestivo. Las aplicaciones más destacadas son como antídoto en caso de intoxicaciones por plantas o sustancias venenosas; antidiarréico y antitóxico en caso de gastroenteritis y colitis, así como en caso de fermentaciones y putrefacción intestinales que ocasionen dispepsias, flatulencias o fétidas; y como dentífrico, ya que al cepillarse los dientes con carbón vegetal pulverizado, estos se blanquean y las encías se desinflaman, esto es porque el carbón arrastra el sarro y los restos de alimentos en putrefacción que se acumulan entre los dientes y debajo de las encías (Pamplona, 1996).
SUGERENCIAS PARA EL USO DEL ÁLAMO
Uso interno: Sudorífico, febrífugo, diurético, antiinflamatorio y antirreumático (Pamplona, 1996). Uso externo: Probado remedio contra la inflamación de hemorroides, vulnerario.
Cocimiento De Hojas: Echar un puñado de hojas desmenuzadas, en un litro de agua. Hervir, tapado, durante 15 minutos. Tomar hasta 3 tacitas diarias. Esto se aplica como astringente y diurético. Cuando se requiere como vermífugo, aumentar la dosis a 6 tacitas.
Cocimiento De Corteza: Desmenuzar bien 30 g de corteza y hacerlos hervir en un litro de agua, por espacio de quince minutos. Colar y beber una taza cada hora, hasta que disminuya la fiebre. Esto se aplica como febrífugo así como astringente.
Ungüento Popúleo: Se prepara con 50 g de brotes tiernos de álamo, que se machacan en un mortero y se mezclan con 150 g de grasa (manteca sin sal, mantequilla o vaselina). Se pone a baño maría durante 2-3 horas, al cabo de las cuales hay que colarlo con una gasa o lienzo fino. Se aplica 3 ó 4 veces al día, sobre la zona afectada.
OBSERVACIÓN: Existen otras 30 especies de álamos. Todas ellas presentan propiedades medicinales muy similares, aunque con efectos de intensidad variable. Entre ellos podemos nombrar: Álamo blanco (Populus alba L.), álamo temblón (Populus tremula L.). Y entre los americanos Polulus balsamifera L. y el Populus candicans L. (con sus brotes tiernos se obtiene el bálsamo de Gilead; homólogo del ungüento popúleo).
FORMAS PRINCIPALES DE APROVECHAMIENTO
Infusiones: En las infusiones se introducen bolsitas con partes de la planta o bien algunas partes de la planta directamente al agua hirviendo. Con este sistema se extrae el total de los principios activos de las partes suaves de las plantas (flores y hojas), y permite una fácil dosificación, lo que es vital en plantas medicinales. Para infusiones también se utilizan las semillas y tallos tiernos.
Cocimientos y decocciones: Se realizan vertiendo la droga sobre agua hirviendo, donde se dejan de 10 a 30 minutos. Se utilizan las partes duras de las plantas, tales como madera, corteza, tallos, raíces (Hoffmann et al 1992). Se dejarán tanto más tiempo cuanto más leñosa sea la parte de la planta utilizada. Se debe utilizar un recipiente enlozado, de vidrio o acero (evitar siempre el aluminio), (Raíces, Cartilla informativa, 1997 - 1998). La decocción hay que tomarla en el momento (P. Fernández 1994). Otras formas de aplicación son: Enemas, lavativas; Gargarismos, enjuagues, buchadas; inhalaciones; baños; compresas (Hoffmann et al, 1992). Extractos: Son maceraciones acuosas o alcohólicas que al final se concentran más o menos, según las necesidades. Para ello se utiliza cualquier parte de la planta, siendo común el machacar raíces (Raíces, cartilla informativa 1997 - 1998).
Tinturas: Son maceraciones prolongadas de una planta fresca en alcohol de 70%, por un periodo de diez días a seis semanas. Luego se filtra.
Polvos: Son partes de plantas secas y pulverizadas.
Tinturas-Madres: Se obtienen de la maceración de la planta entera o de una parte de ella, durante tres semanas en alcohol (entre 45 a 90%). Luego se filtra y el líquido resultante es la tintura madre. De ella se hacen las diluciones homeopáticas que oscilan entre 1 DH y 30 CH; con estas diluciones se impregnan los glóbulos o gránulos. Gotas: También provienen de diluciones y se administran por vía oral.
Jugo o Zumo: Se corta la planta fresca en pedazos pequeños que se machacan hasta obtener la savia, que es el líquido de la planta.
Maceración: Se desmenuzan y machacan hojas, flores, frutos y semillas. Se colocan en algún recipiente de vidrio con aguardiente, vino, aceite o agua caliente un tiempo que depende del tipo de líquido utilizado. Debe considerarse que al usar agua, los vegetales, después de un tiempo se pudren, por lo que es aconsejable su consumo inmediato.
Quemadillo: Es un preparado que tiene como base la infusión o el cocimiento. También se utiliza azúcar. Se derrite a fuego lento, en una taza enlozada, un par de cucharadas de azúcar con un trocito de cáscara de naranja; cuando se llega al punto de caramelo, se retira del fuego y se le agrega la infusión o el cocimiento preparado. Se revuelve bien y se bebe. Es un preparado popular, usado para afecciones de las vías respiratorias.