Manzano
Pyrus malus, L.
CaracterÃsticas
He aquà una planta cuyo fruto es verdaderamente providencial. Las hojas de este árbol son generalmente alternas, sencillas y dentadas, pecioladas, más o menos acorazonadas, algo vellosas por debajo. La flor, de ordinario, es rosada.
Hay tales y tantas variedades que es imposible enumerarlas. Dubrell ha estimado su número en 3.000; sólo en el jardÃn de la So ciedad de Horticultura de Londres, a la fecha en que fue escrito este libro, se cultivaban 1.600. El cultivo modifica notablemente la forma, porte y desarrollo del árbol y del fruto. En Chile es donde deberÃamos tener las variedades más numerosas y más preciadas, porque el clima y el terreno se prestan para ello de un modo admirable. Pero, si bien estamos aún un poco atrasados, debe decirse, en honor a la verdad, que en las exposiciones internacionales de fruta, nuestro paÃs se ha destacado muchas veces por el número y calidad de las variedades de sus manzanas.
Uso medicinal y alimenticio
a. "La manzana es la fruta más sana, higiénica y nutritiva de cuantas se conocen. Conviene mucho a las personas que llevan una vida sedentaria comer manzanas de continuo, porque limpian el hÃgado, dan fosfato al cerebro y vitalidad al sistema nervioso: Se recomienda, pues, su consumo a todos, especialmente a los de modestos recursos que, con enomÃa, pueden tener en ellas la base de una alimentación saludable en grado superlativo" (extractado de un artÃculo de "The Standard" de Inglaterra).
La manzana, una de las frutas más cultivadas, contiene mucho hierro y es de recomendar, por tanto, en la anemia como medio auxiliar para la formación de la sangre. Es rica en oxÃgeno, que pasa a la sangre, n lo cual facilita la actividad de los pulmones en los estados asmáticos; pero, ante todo, nutre el bazo y, por medio de éste, el cerebro. De ahà se derivan los brillantes éxitos que se han logrado en enfermedades nerviosas mediante el pan de cebada y la manzana.
Por la misma razón, viene a ser la manzana un excelente calmante y medio somnÃfero. Hay personas que dicen no poder dormir cuando comen manzanas; pero debe ser una excepción, pues son muchos más los que aseguran que no hay nada mejor que una manzana ingerida antes de acostarse —y un vaso de agua— para lograr un sueño tranquilo y reparador.
Providencialmente, las manzanas duran todo el invierno; asÃ, aun prescindiendo de su rico sabor y valor nutritivo, están siempre a nuestra disposición para diversos usos medicinales, especialmente para las enfermedades del hÃgado.
- Las manzanas cocidas también son un alimento sano, pues la cocción quita su acidez y desarrolla los principios azucarados y mucilaginosos, formando de este modo un alimento incomparable para temperamentos con tendencia a las irritaciones o estreñimientos. Sus propiedades se reducen a tres: refrescan, atemperan y calman.
- La infusión de cáscara de manzanas es, de todo punto, un digestivo y tónico sin igual. A su lado se empequeñecen todas las bebidas tales como café, té, hierba mate, etc.
- En el campo se suele utilizar como febrÃfugo el cocimiento de 500 gramos de corteza del árbol por litro de agua.
- La manzana es, además, un buen desinfectante bucal.
Con la manzana se fabrica la famosa sidra que reemplaza al vino, sobre todo en España (Asturias) ; pero también en el sur de Chile (chicha de manzanas) .
La obtención de esta bebida, verdaderamente higiénica e incomparable, es muy sencilla y al alcance de todo el mundo. Las manzanas, cortadas en pedazos, se pasan por un aparato de moler carne. Toda la pulpa asà machacada y el jugo se recogen en un recipiente o barrilito destapado. El lÃquido principia a fermentar formando gran cantidad de espuma que, poco a poco, va bajando. Cuando se ve que la fermentación ha cesado, se trasvasa el lÃquido a otro barrilito, operación que se repite una tercera vez, cubriendo esta vez la parte superior del tonel por medio de hojas de parra u otras que se tengan a mano, durante 5 dÃas; pasados los cuales, se tapa bien y se guarda hasta julio o agosto, meses en que se puede embotellar y nservar en la bodega o despensa. La primera fermentación dura, más o menos, 8 dÃas, según el calor del tiempo y del recinto en el cual se realiza.
Si se quiere hacer una sidra ligera, pero también muy provechosa para la salud, basta añadir agua al jugo antes de que fermente, más o menos en proporción de una tercera parte.
En Valdivia, en una casa particular, tuvimos una vez ocasión de beber una sidra de manzana realmente excelente. Preguntamos al dueño cómo habÃa podido obtener esa bebida, verdadero elixir de extraordinaria calidad. De un modo muy sencillo —nos dijo sonriendo—. Como yo no fabrico chicha por puro negocio, sino para tener algo bueno para tomar con mis amigos, asoleo antes las manzanas y, una vez que las veo arrugadas, fabrico la chicha estrujándolas en una pequeña prensa que Uds. pueden ver. Esto es todo —nos dijo—; este es todo el secreto que hace que los que prueban la chicha que yo fabrico, la alaben tanto.
La sidra de manzanas agrias resulta un poco picante, pero dura más de un año; la de manzanas dulces se conserva algo menos, pero embotelladas en forma hermética puede durar todo lo que uno quiera. Si las botellas van con corchos, éstos deben ser asegurados con amarras.
Conservación de las manzanas
- Las manzanas se conservan bien entre hojas secas o también en capas entre flor de saúco. Es necesario escoger manzanas de madurez tardÃa.
- En Italia y Francia emplean este método: Extienden en el fondo de un cajón una capa de yeso de 5 a 6 centÃmetros de espesor; encima disponen una capa de manzanas envueltas en papel, una a una, para que no se toquen; luego las cubren con otra capa de yeso, y asà sucesivamente terminando con yeso. De esta manera duran mucho tiempo.
- Cuando el fruto ha alcanzado el tercio de su normal desarrollo, se atraviesa una aguja de gran tamaño en el ramito al que está unido el pedúnculo, a uno o dos centÃmetros más abajo de éste, dejando la aguja en el orificio a fin de que no se cierre. Los frutos se sostienen y cubren con saquitos de tela o papel, y asà se conservan frescos por mucho tiempo.
- Se puede preparar una excelente conserva para el invierno con la fruta verde que, a veces, se echa a perder. He aquà cómo: las peras, manzanas, ciruelas, duraznos, etc. se limpian, se mondan y se parten en cuatro pedazos, se ponen en una olla estañada y se les agrega 1 litro de agua por cada 5 kg de frutas. Se hace hervir durante unas 2 horas hasta que la fruta se haya reducido a una especie de gelatina. Se la deja en reposo durante dos o tres dÃas, se echa en un saquito de tela y se exprime para que pase el jugo, el cual, a su vez, se cuece a fuego lento hasta que alcance una nsistencia de jarabe. Durante la cocción, se adiciona poco a poco un kilo de azúcar en polvo por cada 10 kilos de fruta preparada. Terminada la cocción, se envasa la conserva en frascos hermé- ticamente cerrados. A los niños les gusta mucho este dulce que, por otra parte, es muy higiénico.
- Fórmula italiana para la mermelada. Se cortan las manzanas en pedazos, dejándoles pepitas y corteza; se cuecen con poca agua pasándolas, una vez cocidas, por un cedazo para quitarles corteza y semillas. Luego se ponen a hervir a fuego lento, añadiendo 750 gr de azúcar por kilo de fruta, teniendo cuidado de revolver bien continuamente con una cuchara de madera. Al primer hervor se retira y se prueba poniendo un poco de esta mermelada en un plato; si permanece compacta y unida, está lista. Después se enfrÃa y se guarda en frascos esmerilados.
Conservación del árbol
- Existe un ácaro, el Schizoneura lanigera,
L., que arruina el manzano. Se destruye con una solución al 3% de extracto fenicado de tabaco, o con esta fórmula:
Extracto fenicado de tabaco 2 kg
Carbonato de sodio 2 kg
Agua 100 litros
Otra: Emulsión Targioni Tozetti:
Aceite pesado de alquitrán 3,5 kg
Jabón blando 50 gr
Agua 96 litros Se rocÃan con estos productos las partes atacadas.
- También se puede hacer un cocimiento de ajo, tabaco y eucaliptus: con una brocha se pasa sobre los puntos atacados del manzano o de otra planta, y el insecto no volverá a aparecer, al menos durante esa estación. Al año siguiente se repite si es necesario.
Creemos que no estarÃa fuera de propósito hacer un cocimiento concentrado de hojas de tomate (Lycopersicum esculentum, Mill.) y pasarlo en caliente por los puntos atacados. Se sabe que el tomate y sus hojas son antisépticos; para cerciorarse de ello basta ver que el agua de tomates que escurre de una fábrica de conservas, a su paso, no deja germinar ni una brizna de hierba, ni tampoco se ve ninguna clase de bichos. |