Cicuta Conium maculatum, L.
CaracterÃsticas
Si bien el Conium macutatum no es la verdadera cicuta (Cicuta virola, L.), aquà se consideran ambas, por tener casi idénticas propiedades.
Ninguna de ellas debe confundirse con la cicuta menor (Aethusa cynapium, L.), conocida también por "cicuta de los jardines", "apio del perro", "perejil falso", "perejil de los locos", ni tampoco con el felandrio o "ci acuática" (Phellandrium aquaticum, L.) —aun cuando estas dos plantas tengan también propiedades muy similares a la cicuta—ni menos aún con el perejil (Apium petroselinum, L.), (véase), de hojas más estrechas y más numerosas, o con el perifolio (Scondix coerefolium, L.).
Es una hierba del tamaño del hinojo, pero muy venenosa. Su raÃz, en forma de huso, es rojiza por fuera y blanca por dentro; los tallos son cilÃndricos, huecos, lisos y con manchas de color púrpura obscuro; las hojas son puntiagudas, de mal olor y de un verde negruzco; las flores son blancas y dispuestas en ramitas en forma de quitasol. Vegeta en terrenos incultos, sombrÃos y algo húmedos.
La cicuta menor crece en abundancia en los huertos, prados, bosques y plantÃos, y se confunde fácilmente con el perejil, lo que puede dar lugar a funestos accidentes, ya que aquélla posee un veneno muy activo. Las dos plantas se pueden distinguir por su matiz, por la forma de sus hojas, por su olor y por sus flores, que en la cicuta son blancas y dispuestas en umbelas compuestas.
La cicuta acuática crece en las orillas de las aguas estancadas, sobre todo en paÃses frÃos (norte de Europa, por ejemplo), donde su veneno es más violento —todo lo contrario de las otras cicutas.
Toxicidad
La cicuta es muy venenosa. Tomada en cierta cantidad, disminuye la densidad de la sangre y la acumula en los pulmones, causando la muerte en poco tiempo (Espinoza). Ocasiona, además, lentitud de pulso, turbación de la vista, dolores de cabeza, náuseas y vértigos, delirio, convulsiones y parálisis. No es de extrañar que los griegos preparasen con ella un brebaje tóxico para los condenados a muerte, que tan célebre hicieron Sócrates y Foción.
Sobre los animales produce esta planta efectos muy diversos: las cabras y carneros la ingieren sin peligro. El conejo también la come con fruición, pero bastan pocos centÃgramos de su extracto para matarlo en forma instantánea (Rawton).
Los venenos de la cicuta, como la conicina o cicutina, son alcaloides volátiles. No se desarrollan sino al llegar la planta al florecimiento, adquiriendo su máxima intensidad en las hojas y, sobre todo, en las semillas antes que maduren; luego se eliminan, aun-que persistiendo en pequeña cantidad en los frutos.
En los climas frÃos, la cicuta casi no es venenosa; pero allà donde el sol calienta, se satura de veneno. Por eso, en su uso terapéutico, existe cierta confusión, ya que no se puede usar sin conocer bien su procedencia. Si viene de terrenos húmedos y sombrÃos, tiene poca fuerza; pero si procede de terrenos secos y asoleados, una pequeña dosis puede producir efectos terribles.
Contraveneno: 5 centÃgramos de emético o 1/2 gramo de ipecacuana en una taza de agua tibia; luego 60 gr de ricino y, en seguida, un poco de café cargado. Teniendo preparada una poción de 5 gramos de tanino en 4 litros de agua, se administra por cucharadas, una cada media hora.
Uso medicinal
En general, no se debe hacer uso de esta hierba sin la autorización del médico. No es aconsejable, sobre todo, como remedio de uso interno, pero externamente tiene gran importancia, especialmente en pomadas, emplastos y baños. Internamente, puede usarse el jugo cocido hasta la consistencia de una jalea, pero en pequeñÃsima cantidad.
Uso interno
b. Administrada en pequeña cantidad, estimula la acción de los vasos linfáticos y de las glándulas, aumenta las secreciones y la absorción. Es, además, calmante, y como tal, se emplea en enfermedades cancerosas, neuralgias, tic doloroso de la cara, ciática, coqueluche, asma y toses rebeldes. Se prescribe también contra el endurecimiento del hÃgado y en las dermatosis inveteradas.
c. Las hojas y los frutos son narcóticos y se usan en las enfermedades del sistema linfático, y en la hinchazón y endurecimiento de las glándulas.
a. Célebres clÃnicos la han recomendado como paliativo del cáncer, empleándola en tintura, preparada de esta manera:
Hojas machacadas 20 gr
Alcohol de 80° 100 gr Se deja en maceración por 10 dÃas, se filtra y se guarda. Dosis: 5 a 60 gotas, en tres tomas diarias, mezcladas con vino o alguna bebida aromatizada.
b. Se usa el broluidrato de cicuta, de 5 a 10 miligramos, en el asma, tos convulsiva, laringitis, bronquitis y neuralgias.
El Uso externo
c. Los baños o compresas —excelente re-medio contra las adenopatÃas escrofulosas o tuberculosas, tumores y reumatismos, calmante en los dolores cancerosos y en la tos de los tÃsicos— se prepara asÃ:
Hojas de cicuta 20 gr
Agua 500 gr Se eleva la temperatura hasta la ebullición y se aplica en placas de algodón hidrófilo bien empapadas.
d. La pomada —para efectos similares— se prepara poniendo en maceración durante 25 dÃas:
Hojas o frutos de la cicuta 10 gr
Eter sulfúrico 50 gr Se decanta y se exprime. Se expone el conjunto al aire libre depositándolo en un plato ancho para que evapore, de manera que quede reducido a la cuarta parte, y con el extracto etéreo resultante se prepara la pomada usando:
Manteca de cerdo con sal 25 gr Se funde a bañomarÃa y poco a poco se va añadiendo la tintura agitando siempre con un palito.