AROMOTERAPIA
El poder curativo de los aceites esenciales
Se llama aromaterapia al tratamiento de enfermedades con aceites extraídos de las plantas, los cuales son muy concentrados y contienen las sustancias que dan olor característico a éstas. Los practicantes de esta técnica afirman que los aceites esenciales, como se los llama, porque tienen propiedades medicinales bien definidas.
Dichos aceites son producidos por un diminutas "glándulas" distribuidas en los pétalos, las hojas, los tallos, la corteza y madera de muchas plantas y árboles; son liberados en forma pausada, pero si esas partes de las plantas son sometidas a calor o presión, las glándulas se revientan y el aroma se intensifica. Para extraer los aceites esenciales se usa un proceso de destilación que consiste en evaporar la esencia de la planta, condensarla y separar después su contenido de agua o disolver el aceite obtenido u otro solvente; en este último caso el producto se llama resina. Aunque el grado de pureza de las resinas es menor que el de los aceites esenciales, pues quedan residuos de solvente en ellas aun después de purificarlas, también tienen valiosas propiedades terapéuticas.
Los aceites esenciales generalmente se aplican sobre la piel y se hacen penetrar mediante un MASAJE, pero también puede agregarse al agua de baño, en compresas y, cuando el grado de pureza está garantizado, ingerirse en forma diluida. Se considera que la inhalación surte efecto más rápidamente en las moléculas odoríferas, ya que los aceites provocan una reacción inmediata en las células nerviosas del cerebro (se sabe también que éstos pueden penetrar la piel posiblemente a través de los poros y los folículos capilares hasta ser absorbidos en el torrente sanguíneo.)
Advertencia Hay que emplear con cuidado los aceites esenciales y las resinas pues en en ocasiones provocan ALERGIA y afeccionescutáneas que podrían infectarse. No se recomienda el uso ingerido de los aceites salvo que sean prescritos por un médico experto en aromoterapia.
Aplicaciones de la terapia Los practicantes de esta forma de tratamiento afirman que no ocasiona efectos secundarios graves y que es adecuada para personas de diversas edades, incluso para bebés:
además señalan que es eficaz para combatir enfermedades crónicas y recurrentes, que la medicina ortodoxa no puede curar o que para hacerlo recurre a medicamentos de comprobados efectos secundarios o nocivos.
La aromoterapia tiene aplicación en muy diversas enfermedades. Al parecer produce una rápida mejoría en pacientes con sintomas nerviosos como DEPRESIÓN, ira o que se quejan de síntomas relacionados como DOLOR DE CABEZA.
Los aceites esenciales también se usan para aliviar el DOLOR, la ARTRITIS, el REUMATISMO, la pérdida del impulso sexual, BRONQUITIS, los CALAMBRES, el ECCEMA y se ha comprobado asimismo que casi
Todos los aceites esenciales tienen propiedades antisépticas, y muchos de ellos, como los aceites de tomillo, lavanda, árbol de té, supuestamente son muy eficaces para combatir infecciones causadas por hongos y virus. Además de sus virtudes curativas los aceites tienen reconocidos efectos estimulantes o calmantes y en algunas personas producen una sensación de armonía y bienestar: incluso se dice que algunos de ellos pueden prevenir enfermedades.
En busca del terapeuta adecuado Los aromoterapeutas profesionales por lo general hacen un curso sobre el tema, el cual incluye anatomía y fisiología y entre técnicas de masaje, SHIATSU, y REFLEJOTERATIA. Algunos médicos especializados en INHALOTERATIA ofrecen sesiones de aromoterapia.
Recuerde que hay que tomar precauciones para elegir al terapeuta adecuado y evitar caer en manos de un charlatán o un inexperto.
La consulta El terapeuta primero hará preguntas al paciente acerca de su estado de salud general, enfermedades y tratamientos.
La aromoterapia es una de las artes curativas más antiguas, si bien su fecha y lugar de origen son inciertos. En algunos manuscritos chinos se menciona el uso terapéutico de los aceites vegetales, y hay testimonios de que los persas usaban aguas destiladas de rosas y de azahar como remedios para curar enfermedades y como cosméticos. El médico árabe Avicena perfeccionó en el siglo XI el proceso de destilación y obtuvo aceites esenciales con mayor grado de pureza.
Se cree que los griegos y los romanos difundieron en Occidente el conocimiento chino de los aceites medicinales, que también empleaban para baños y masajes aromáticos. A partir del siglo XIII comenzó a generalizarse en Europa el uso de los aceites como perfumes, antisépticos y remedios curativos. Hacia el siglo XIX empezaron a elaborarse aceites esenciales sintéticos.
El término aromoterapia no fue acuñado sino hasta principios de este siglo. El terapeuta le consultara sobre tratamientos pasados y su tren de vida, así como sobre su alimentación, frecuencia de ejercicio y hábitos de sueño: también evaluará su apariencia física y sus posturas corporales, y quizá lo someta a ciertas pruebas de reflejos para poder establecer una base de diagnóstico.
El químico francés René Gattefosse inventó el vocablo, y fue pionero en el empleo medicinal de los aceites esenciales. Él mismo contó que, después de quemarse la mano accidentalmente, la metió sin pensar en aceite de lavanda, y quedó sorprendido por la rapidez con que dejó de dolerle y de lo pronto que se le curó la piel, sin dejar ampollas ni cicatrices.
Durante la Primera Guerra Mundial Gattefosse descubrió las propiedades de muchos otros aceites mientras auxiliaba a los soldados heridos. Su obra fue continuada por el médico francés lean Valnet y por la bioquímica y cosmética Marguerite Maury, también de nacionalidad francesa. Valnet usaba los aceites esenciales para combatir enfermedades graves como CÁNCER, tuberculosis y DIABETES, y en muchos casos tuvo éxito. Por su parte, Maury combinó la aplicación de los aceites con técnicas de masaje y con diver-sos tratamientos de belleza y de cuidado de la piel.