DIETA DE COMIDA CRUDA

Desde hace más de un siglo se ha practicado este régimen de alimentación considerado naturista, en el cual 80% de los alimentos (porcentaje medido por peso) son comestibles crudos, principalmente frutas  y verduras. Esta dieta no es tan rigurosa como algunas personas creen: las verduras y las frutas contienen gran cantidad de agua y es posible comerlas en raciones mucho más grandes que los alimentos de alto valor calórico como el pescado, los productos lácteos, el huevo y la carne. Esto permite variar casi sin límite los alimentos  que integran el 20% restante de la dieta.

El aporte indispensable de proteínas y carbohidratos de esta dieta lo proporcionan alimentos crudos de alto valor energético como frutos secos, semillas (de girasol, zapallo (calabaza), sésamo y amaranto), cereales mixtos como la granola y el MUSLI, germinados de leguminosas, granos y otros comestibles. Alrededor de 66% de las calorías que la persona necesita ingerir se obtiene de las frutas y las verduras, lo cual permite regular la ingestión de proteínas y grasas conforme a las recomendaciones de los nutricionistas (ALIMENTACIÓN SANA).

La dieta de comida cruda se fundamenta en dos ideas principales. La primera es que el tracto digestivo humano no es apropiado para asimilar mucha carne: es largo en proporción al tamaño del cuerpo, como el de los animales hervíboros, y los alimentos son digeridos en él al cabo de un periodo relativamente prolongado. Esta característica resulta ideal para la buena digestión de los productos vegetales, pero no de la carne y el pescado, que empiezan a descomponerse antes de ser plenamente digeridos y que, según la teoría, afectan la capacidad del organismo de conservarse saludable.

El otro fundamento de la dieta es que con ella se evita la pérdida de VITAMINAS, MlNERALES, enzimas y FIBRA que propician los métodos de preparación de los alimentos. Los partidarios de esta dieta suelen clasificar los comestibles en dos grupos, según los efectos que ocasionan en el organismo. A las frutas y las verduras se las llama alimentos "formadores de álcalis", y a la carne, la yema de huevo, el pescado y los productos lácteos, alimentos "formadores de ácidos". La dieta de comida cruda favorece la ingestión de alimentos del primer grupo a costa de los del segundo, que por lo general requieren cocción.

La dieta de comida cruda proporciona todos los nutrientes necesarios menos vitamina B12, que sólo contienen los alimentos de origen animal, si bien algunos cereales de marca están enriquecidos con vitaminas y minerales. Pero para asegurar que no falte en la dieta el requerimiento diario de hierro, calcio, cinc, proteínas y vitaminas B12 y D, hay que complementar los alimentos crudos con pequeñas raciones de pescado graso, productos lácteos, carne y legumbres cocidas. Por último, las frutas y verduras deben ser frescas y variadas.