DOLOR
La señal de alarma del organismo
El primer indicio de que algo está funcionando mal en el organismo suele ser el dolor, que es la señal de alarma de nuestro cuerpo. Esta desagradable sensación, que a veces llega a ser insoportable, aflige a la mayorÃa de la gente en algún momento a causa de una lesión, una enfermedad o un trastorno anÃmico.
Pero el dolor en ocasiones cumple una función benéfica: le indica al cerebro que emprenda una reacción inmediata para evitar o rechazar lo que lo está provocando. Dicho acto suele ser involuntario, como cuando alejamos rápidamente la mano al pincharnos por accidente o cuando tocamos un objeto o una superficie calientes: esto impide un daño mayor.
El dolor es una sensación rotunda pero con frecuencia nos cuesta trabajo definirla, lo cual es lamentable pues la descripción ayuda al médico o terapeuta a formular un DIAGNÓSTICO.
Un dolor agudo y persistente por lo común indica hinchazón o inflamación de una zona especÃfica, como en el caso de un absceso dental: un dolor punzante e intermitente, en cambio, suele ser señal de distensión o inflamación de un órgano interno como el intestino. En algunos casos, como en la ANGINA DE PECHO y la gangrena, la interrupción del suministro de sangre causa un dolor intenso y persistente en la parte afectada: la sensación dolorosa que llamamos ardor se siente cuando el calor, la fricción o una sustancia quÃmica destruye los tejidos corporales, y un dolor sordo y continuo suele acompañar la distensión de músculos y ligamentos.
Para que el especialista pueda establecer el diagnóstico también es importante indicar con exactitud dónde se siente el dolor, pues no siempre se percibe en el lado de la lesión o el órgano afectado. Por ejemplo, en algunos TRASTORNOS CARDIACOS el "dolor referido", como se le llama, se experimenta en el antebrazo y la mano izquierdos, mientras que un absceso en la parte inferior del diafragma suele provocar dolor en el hombro.
El umbral de dolor Hay pruebas de que la mayorÃa de las personas sanas tienen apro-ximadamente el mismo "umbral de dolor", es decir, perciben un estÃmulo doloroso casi a la misma intensidad mÃnima. Pero en cuanto a la "tolerancia al dolor', cuando la sensación se vuelve desagradable, el umbral varÃa mucho de un individuo a otro.
La enfermedad, el hambre, las temperaturas extremas y los cambios de clima son algunos de los factores que influyen en el umbral de dolor, es decir, que hacen que descienda y el dolor se perciba con más intensidad. Por ejemplo, muchos artrÃticos se quejan de que su dolor se recrudece en los meses de primavera y otoño, cuando los cambios de temperatura ocurren con frecuencia y en forma abrupta.
Ciertos factores psicológicos, como las preocupaciones, el TEMOR, la ANSIEDAD, la fatiga, el ESTRÉS, la DEPRESIÓN y el INSOMNIO, producen un efecto similar; por ejemplo, un dolor muscular se percibe más intenso conforme transcurre el dÃa y uno se siente más agotado.
Hay también factores psÃquicos que actúan en sentido opuesto para elevar el umbral y mitigar el dolor. Cuando uno se hace a la idea de que el dolor pasará, no es raro que pronto empiece a ceder; tener fe en el médico o en un tratamiento a menudo produce el mismo efecto, al igual que concentrarse en emociones positivas como la alegrÃa y el entusiasmo. Una persona puede estar tan absorta en abordar un tren que puede no sentir que los zapatos le aprietan y le están ampollando los pies. Y para aliviar el dolor disponemos también de analgésicos, anestésicos y muchos otros remedios y tratamientos, tanto alopáticos como heterodoxos.
Medios naturales para calmar el dolor Nuestro cuerpo produce sus propios analgésicos, principalmente las endorfinas y las encefalinas, sustancias proteÃnicas presentes en el cerebro y cuyos efectos en el organismo son similares a los que provoca la morfina. Dichas sustancias son sintetizadas a partir de los aminoácidos que contienen los alimentos.
La dopamina y las hormonas adrenalina y noradrenalina, que son producidas por las glándulas suprarrenales, tienen efectos analgésicos similares; su liberación en el torrente sanguÃneo es provocada por las emociones, el estrés y el EJERCICIO y suelen ser muy eficaces. Por ejemplo, un jugador de fútbol americano puede no darse cuenta de que está lesionado hasta que la brega del partido termina, y muchas personas heridas sienten poco o ningún dolor en el momento de producirse la lesión.
Dichas sustancias, que también pueden aliviar dolores crónicos, son producidas por el organismo a partir del aminoácido esencial fenilalanina, que no puede sintetizar por sà solo sino que lo obtiene de los alimentos. Buenas fuentes de este nutriente son el queso, frutos secos como el manà y la almendra, la palta, la banana, las habas, el arenque, el sésamo y las semillas de zapallo (calabaza).
La fenilalanina puede conseguirse come complemento alimenticio en algunas farmacias y tiendas naturistas, pero es indispensable seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante y consultar al médica antes de tomar los complementos si se está embarazada o se padece HIPERTENSIÓN.
Tampoco se debe ingerir fenilalanina si se sufre de MIGRAÑA, fenilcetonuria o si se están tomando fármacos antidepresivos o tirosina por prescripción médica.
Además de las terapias que se mencionan a continuación, para aliviar el dolor puede ser de ayuda recurrir a la TERAPIA POR VISUALIZACJÓN, la OSTEOPATIA, la HIPNOTERAPIA, la PSICOTERAPIA, el ENTRENAMIENTO AUTÓGENO, la BIOAUTORREGULACIÓN, el YoGA, la RELAJACIÓN Y RESPIRACIÓN, los CURANDEROS y la HOMEOPATÃA.
Lo que los terapeutas aconsejan
Los practicantes de las terapias naturales combaten la causa del dolor. Para calmarlo recomiendan lo siguiente:
DIGITOPUNTURA
Autoayuda Para combatir cualquier tipo de dolor, presionar el hueco exterior del tobillo, un poco hacia el hueso; si el dolor se siente en el tronco o los brazos, hacer presión entre el dedo Ãndice y el pulgar, cerca de la articulación, y si el dolor se localiza en las piernas o los pies, presionar el punto situado a cinco dedos de distancia entre la parte interior del tobillo y la espinilla, hacia el borde del hueso.
AROMOTERAPIA
Autoayuda Para calmar un dolor muscular, agregar de 6 a 8 gotas de aceite esencial al agua de baño y permanecer en la bañera durante 10 minutos. Hay que elegir dos o tres aceites esenciales de las siguientes plantas, que tienen propiedades relajantes; alcanfor, cayeputi, eucalipto, jengibre, enebro, lavanda, mejorana, romero o salvia. Un linimento más eficaz aún puede prepararse mezclando 15 gotas de aceite esencial con 5 cucharaditas de vehÃculo de aceite; hay que aplicarse este remedio en la parte afectada en la noche y la mañana o cuando se requiera.
Para aliviar un dolor de estómago causado por indigestión, aplicarse un linimento elaborado con una cucharadita de vehÃculo de aceite, dos gotas de aceite de hinojo y dos de aceite de menta. Si el dolor se debe a estreñimiento o flatulencia, hay que sustituir las gotas de menta por dos de aceite de romero. La semilla de anÃs y la albahaca también calman las molestias estomacales.
Los dolores menstruales pueden combatirse o mitigarse con aceites de manzanilla romana, melisa y esencia de rosas. Estos aceites son relativamente costosos, asà que una opción es mezclarlos con otros más económicos, como los de cayeputi, salvia, ciprés y mejorana. Hay que aplicarse el linimento en el abdomen y la parte baja de la espalda dos veces diarias desde el décimo dÃa antes de menstruar.
Otros tratamientos eficaces
Herbolaria Varias hierbas pueden usarse para calmar el dolor. Algunas de ellas, como la manzanilla, la ulmaria y la corteza de sauce, actúan de modo similar a la aspirina; otras, como el ñame silvestre y la serpentaria, tienen un efecto sedante. Si una infusión de cualquiera de estas hierbas no proporciona alivio, hay que buscar ayuda médica.
Masaje
Masajearse una parte adolorida del cuerpo es una reacción innata, asà que hay que recurrir a ella si ayuda a calmar el dolor. Pero en algunos casos no es aconsejable darse masaje pues podrÃa causar más daño que beneficio. El médico debe decidir si conviene o no este remedio después de examinar al paciente.
Acupuntura Para aliviar rápidamente el dolor, hay que estimular cierto punto situado en el meridiano del intestino grueso.
El punto de vista ortodoxo
Los médicos averiguan la causa del dolor y la combaten, o remiten al paciente a un es-pecialista. Los dolores leves por lo común se alivian con analgésicos de uso general como el acetaminofén y la aspirina; ésta también ayuda a reducir la inflamación pero puede irritar la mucosa estomacal, asà que no es aconsejable ingerirla con el estómago vacÃo. El acetaminofén no provoca irritación pero tampoco desinflama, y una sobredosis de él, por moderada que sea, puede causar daño al hÃgado.
Para calmar dolores intensos algunos médicos prescriben fármacos de efecto narcótico que adormecen los sentidos y ocasionan somnolencia. Muchos de ellos son derivados del opio, como la codeÃna, y pueden provocar ADICCIÓN.
Siempre hay que seguir al pie de la letra las instrucciones del médico sobre la dosificación de los analgésicos que prescriba, e informarle oportunamente de cualquier efecto secundario imprevisto.
Para combatir los dolores artrÃticos y reumáticos se prescriben medicamentos antiinflamatorios, que pueden ser esteroides o no esteroides. Los primeros son de uso controlado (no deben venderse en las farmacias sin receta) y pueden provocar reacciones adversas como aumento de peso, trastornos digestivos, NÃUSEAS Y VÓMITO y cambios en los hábitos de sueño. Los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuproféno (que puede conseguirse sin receta), a veces causan DIARREA, irritación gastrointestinal y DOLOR DE CABEZA. Si se experimenta cualquiera de estos efectos indeseables, hay que consultar al médico para que recomiende otro analgésico.
También hay medicamentos que reducen la formación de ácido úrico y que se prescriben para los dolores de GOTA, si bien con probables efectos secundarios como dolor de estómago, náuseas, vómito, inapetencia, comezón y erupciones cutáneas, entre otros.