RESPIRACIÓN SILBANTE
La respiración silbante (o estertor sibilante, como la llaman los médicos) es un ruido agudo, semejante a un chiflido, que se produce al respirar, haciéndose más intenso durante la espiración (a diferencia del ruido respiratorio del CRUP, que se intensifica al inspirar). Se trata de un síntoma aparatoso, a veces acompañado de tos y asfixia, que indica congestión y estrechamiento espasmódico de los bronquios, casi siempre durante los ataques de ASMA, BRONQUITIS o TOS FERINA.
Advertencia Cuando la respiración silbante o cualquier otro jadeo no es síntoma de un padecimiento debidamente diagnosticado, puede indicar la presencia de un objeto extraño en las vías respiratorias, o bien, una enfermedad pulmonar grave. En ambos casos se requiere atención médica inmediata, sobre todo si la víctima es un niño pequeño o un anciano.
Lo que los terapeutas aconsejan
Homeopatía Los remedios contra el resfriado se describen en los apartados ASMA, BRONQUITIS y TOS FERINA.
Acupuntura Suelen tratarse diversos puntos del vaso de concepción y de los meridianos del pulmón y el intestino grueso. Si la respuesta del paciente no es favorable, las agujas se insertan en puntos específicos de las orejas o la cabeza, y en última instancia se recurre a la MOXIBUSTIÓN.
Herbolaria La consulta se considera necesaria para que el terapeuta averigüe la causa del trastorno. En los casos leves se recomienda frotar el pecho con dos gotas de aceite esencial de lavanda disueltas en una cucharada de aceite vegetal, y hacer inhalaciones con aceites esenciales de mentol y eucalipto.
Ionización Si la respiración silbante se debe a una bronquitis crónica o a un resfriado intenso, el uso de un aparato ionizador puede ser útil, junto con el de un humidificador ambiental.
El punto de vista ortodoxo
Todo objeto extraño alojado en las vías respiratorias debe extraerse sin demora para evitar consecuencias graves, como una PULMONÍA, un colapso pulmonar e incluso muerte por asfixia.
Para prevenir o mitigar los ataques de respiración silbante que acompañan el asma, los médicos suelen prescribir medicamentos broncodilatadores por vía oral o por inhalación y, si la enfermedad tiene origen alérgico, algún antihistamínico. Para los casos diagnosticados existen sencillos dispositivos de medición que permiten al propio paciente evaluar regularmente su función respiratoria.