NÁUSEAS DEL EMBARAZO
Las náuseas, una de las indisposiciones más comunes del EMBARAZO, son consecuencia de la mayor actividad hormonal que se produce durante ese estado. Casi siempre se presentan en accesos de duración variable, a cualquier hora del día o de a noche, durante el primer trimestre, pero s veces sobrevienen incluso antes de la primera falta de menstruación, y en raras ocasiones persisten hasta los últimos meses del embarazo.
La hiperemesis gravídica, como llaman os médicos a los casos extremos en que es imposible contener el vómito, puede requerir atención especial para evitar que la enferma se deshidrate.
Hierbas para tratar las nauseas en embarazadas
Herbolaria Se aconseja beber a sorbos y con frecuencia una infusión (vea p. 178) fría o tibia de jengibre fresco. Como el ma-lestar puede tener relación con un reduci¬do nivel de azúcar en la sangre, las galletas de jengibre a veces proporcionan alivio. También se emplean con el mismo fin tisa¬nas de menta o manzanilla.
Homeopatía Las pequeñísimas concentra¬ciones de los remedios homeopáticos no suponen ningún riesgo para el feto. Se em-plea lpecac. si el malestar es constante y la mujer no tiene sed, y Argentum nitricum para las náuseas complicadas con nerviosismo, pánico y un intenso deseo de comer ali¬mentos dulces.
Hay que tomar Sepia si las molestias se acompañan de un vómito pálido y con mo¬co, buen apetito, tristeza e indiferencia, y Pulsatilla si la gestante empeora con los ali¬mentos grasos o durante las últimas horas del día y mejora con el aire fresco.
Naturopatía Se recomienda hacer hasta seis comidas ligeras al día y evitar los ali¬mentos fritos y grasos, que tienden a pro-vocar el vómito: el mejor desayuno consiste en una rebanada de pan integral tostado o unas cuantas galletas saladas. Si se vomita con frecuencia, hay que beber abundantes líquidos (excepto leche o café) para prevenir la deshidratación.
El punto de vista ortodoxo
En general, la alopatía desaconseja el uso de medicamentos durante el primer trimestre del embarazo porque la mayoría de ellos representa una amenaza
para el ser en desarrollo. El tratamiento debe limitarse a la ingestión más frecuente y menos abundante de alimentos y, en ca so de vómito incontenible, a la administra ción intravenosa de suero para evitar la deshidratación.