Manzanilla Romana Anthemis nobilis, L. o Ormenis nobilis, Gay
Características
Comenzaremos por decir que hay una gran cantidad de especies que llevan el nombre de "manzanilla", tales como: manzanilla fina, romana, de Paus (estas tres muy apreciadas), borde, común o de los campos, loca de los montes, de pastor, real, yezguera, fétida o bastarda, etc. Todas ellas corresponden a la familia de las compuestas, división corimbíferas y, la mayor parte, a la tribu de las antemídeas.
Generalmente son plantitas bajas, de flores blancas con botón amarillo en el centro. Con el nombre vulgar de "manzanilla" se designan las inflorescencias en capítulos o cabezuelas de las diferentes especies, que se distinguen por un olor aromático especial y un sabor amargo y algo astringente. Son recolectadas en plena florescencia y convenientemente desecadas. El aceite que contienen, si no es idéntico, es muy semejante en todas ellas.
Para uso medicinal son mejores aquellas especies que se cultivan en los jardines, sobre todo la manzanilla romana.
La manzanilla vulgar o manzanillón (Matricaria chamomilla) (ver) posee las mismas propiedades de la romana, pero en grado menor. La manzanilla fétida o bastarda (Anthemis cotufa, L.), aunque menos usada, goza también de cualidades muy parecidas. Es una maleza muy común en Chile, molesta y de olor muy desagradable.
Uso medicinal
Diremos con Andrés de Laguna (médico español del siglo XVI) : "Es la manzanilla excelente y muy familiar remedio contra infinitas enfermedades que afligen al cuerpo humano". O, con Tirso de Molina: "Mejores son unos cogollos de ruda y aceite de manzanilla".
a. Al decir "manzanilla", la gente se refiere comúnmente a la bebida hecha con dicha flor puesta en infusión, que se toma más o menos caliente como medicina: es estomacal, antiflatulenta, calmante, laxante, diurética y sudorífica, sobre todo en casos de gastritis e indigestiones.
Sus efectos tónicos hacen que esta infusión, tomada por la mañana, sea útil para disipar la opresión del estómago, la falta de apetito, e1. mal gusto en la boca, las flatulencias, el estreñimiento, la debilidad general. Es esencialmente antiespasmódica de los vasos y nervios; combate el reumatismo y los calambres, cualquier trastorno de la digestión, estados morbosos del hígado, congestiones, cólicos flatulentos, hemorragias, fiebres y dolor de muelas. Se anseja mucho a las personas nerviosas y fácilmente excitables, a los de digestión lenta, a las que padecen de cólicos.
La fórmula es:
Cabezuelas de manzanilla 10 a 12 gr
Agua 1.000 gr
Se ha hecho uso de la infusión de esta planta contra la histeria, los dolores producidos por la disentería (en forma de lavativas), contra la gota, las fiebres intermitentes y las lombrices.
Los campesinos dan a beber esta infusión a los enfermos de tuberculosis; también la to- man en mate contra los dolores de estómago, indigestiones y flatos.
También sirve como medio de adelgazamiento, tomando 3 cogollos en agua caliente después de las comidas.
- Prepáración de la "tintura madre":
Manzanilla 20 gr
Cálamo aromático 10 gr
Lirio florentino 20 gr
Galanga 20 gr
Genciana 20 gr
Ajenjo 25 gr
Canela 25 gr
Jengibre 30 gr
Alcohol de 90 1.000 gr Se deja en maceración por 30 días, se filtra, se guarda y se toman de 10 a 20 gotas en un vaso de agua o en una infusión. Su acción febrífuga es segura: a veces, fiebres intermitentes y malignas, que no cedían ni ante el sulfato de quinina, cedieron a la acción de la manzanilla.
- El aceite esencial de manzanilla cura, en muy poco tiempo, los calambres del estómago. Dosis para uso interno: 1 a 5 gotas. Se pueden macerar las flores en aceite-común, pero en tal caso, si bien se disfruta de las cualidades del aceite esencial de la flor, no se aprovechan todas.
- Uso externo:
Las flores y extremos de la planta se aplican, triturados, como cataplasmas que enrojecen la piel y estimulan la circulación de la sangre.
Se recomienda esta planta como un poderoso cicatrizante, aplicada sobre las heridas recientes, y para combatir la infección purulenta.
Se usan las flores calientes, encerradas en bolsitas, para mitigar los calambres e inflamaciones.
Las compresas, cataplasmas y el aceite de manzanilla se utilizan contra la gota y el reumatismo.
Como gargarismo, sirve para aliviar las irritaciones de la garganta y boca.
La experiencia aconseja a los que sufran catarros localizados en la cabeza o romadizos, echar en un brasero flores secas de manzanilla y aspirar el humo que se desprende, tapándose la cabeza con un paño. Esto se hace al acostarse y teniendo gran cuidado de no salir al aire frío. |