BUDISMO ZEN
Medio para descubrir el propio ser
El budismo zen es un sistema japonés de MEDITACIÓN y autodisciplina cuyo propósito es transformar radicalmente la experiencia cotidiana de quien lo practica mediante la trascendencia espiritual y el desarrollo del pensamiento.
El budismo como religión tuvo su origen en la India en el siglo VI a.C., y de allà fue llevado a China en 520 d.C. por un monje llamado Bodhidharma. El tipo de meditación que enseñó en ese paÃs llegó a conocerse como chau, el cual fue introducido durante el siglo XII en Japón y más tarde alcanzó auge como budismo zen.
Este sistema de meditación ayuda a la persona a conocerse a sà misma a tal grado de profundidad que no puede describirse con palabras, meta suprema llamada iluminación. Al igual que otras formas de budismo, el zen enseña que la infelicidad es consecuencia de anhelar que las cosas sean como uno quisiera y no como son, y que aprender a aceptar la realidad es un pase indispensable para lograr la iluminación.
Los iniciados en esta disciplina consideran que la creencia en una identidad personal inmutable es la ilusión más pertinaz que hay que superar para alcanzar la iluminación. A todos nos gusta pensar que nuestra personalidad nos identifica como individuos y que es una cualidad permanente, pero el budismo sostiene que todo tiende a cambiar, incluso la identidad de cada quien. La meditación zen ayuda a la persona a concebirse como parte de un proceso de cambio interminable y a desligarla de la imagen que tiene de sà misma. Aplicaciones El budismo zen puede ayudar a cualquier persona que tenga la necesidad de conocerse más profundamente o que se sienta insatisfecha del tren de vida materialista y egoÃsta que predomina en las sociedades occidentales. La sabidurÃa que deja la práctica de esta disciplina también contribuye a vencer el ESTRÉS, la ANSIEDAD y la DEPRESIÓN.
En busca de un preceptor La meditación zen se aprende directamente de un maestro budista cuya función es guiar al alumno a alcanzar la iluminación, asà como alentarlo a no claudicar y amonestarlo en caso necesario. En nuestro paÃs hay pocos practicantes de esta disciplina, asà que es difÃcil encontrar un preceptor.
Las enseñanzas El budismo zen ayuda a desarrollar un conocimiento directo de la realidad mediante la intuición y para ello se utilizan tres técnicas básicas: la aceptación de la realidad, la meditación y la solución de acertijos y adivinanzas concebidos para rebasar los lÃmites del intelecto.
Aceptación de la realidad El objetivo básico es aplicar el principio budista de "atención diligente" a cada momento vivido, lo que implica estar plenamente consciente de los actos propios y dedicarse de lleno a cada actividad emprendida en vez de desear estar en otra situación (eliminar del pensamiento frases como "Me gustarÃa..." o "Si yo pudiera...").
La dificultad de esta meta reside en vencer el impulso de aferrarse a las ilusiones y los deseos más preciados, aun cuando esto provoque ira, frustración y desencanto.
El budismo zen enseña que si consideramos los sentimientos negativos como lo que son, si los aceptamos como sufrimientos inevitables, podemos dominar el aspecto voluntarioso y exigente de nuestra personalidad. En este estado la felicidad y la buena suerte se acogen con gratitud cuando llegan, pero la persona no se obstina en conservarlas porque sabe que, como todo lo demás, son alegrÃas pasajeras.
Meditación Esta actividad se denomina za zen (que significa "meditación sedente") y es un medio especial de aceptación de la realidad. El alumno debe sentarse sobre cojines con las piernas cruzadas, la espalda recta, la cabeza erguida y el peso corporal distribuido uniformemente entre los glúteos y las rodillas.
Al principio aprende a meditar en silencio contando del uno al diez mientras respira, y cuando acuden a su mente pensamientos de otra Ãndole, se esfuerza por despejar ésta y empieza a contar nuevamente.
El za zen suele agotar fÃsica y mentalmente mantener la misma postura durante periodos largos llega a causar dolor, y meditar obliga a la persona a concentrarse en sus remordimientos y en ideas desagradables. Pero con la práctica se aprende a dejar que los pensamientos fluyan sin reflexionar en ellos hasta que se alcanza un estado de conciencia desprovisto de juicios de valor.
Esta actividad se practica diariamente a solas o en grupo, y en ocasiones el alumno realiza sesiones de meditación que pueden durar varias horas e incluso dÃas.
Acertijos y adivinanzas Los preceptores budistas conocen muchas historias, parábolas, enigmas y paradojas cuya intención es hacer que los alumnos prescindan del raciocinio y busquen nuevos modos de pensar. Por ejemplo, una historia habla de dos monjes que miraban ondear una bandera y discutÃan al respecto. Uno de ellos afirma que "la bandera se está moviendo", y el otro insiste en que "lo que se mueve es el viento". Un maestro que por allà pasaba les dice: "Son sus mentes lo que se está moviendo." Los preceptores aseguran que ni siquiera esta última respuesta es la definitiva o verdadera.
A los estudiantes avanzados a veces se les plantean acertijos que no pueden entenderse ni descifrarse por medio de la razón. He aquà dos ejemplos: "¿Cuál es el sonido de una mano al aplaudir?" y "Dime cómo era tu rostro antes de que nacieras",
El propósito es oponer al intelecto una barrera que el pensamiento lógico no puede penetrar, es decir, se pretende lograr que el alumno descubra que la respuesta es "no responder" la pregunta.
El budismo zen enseña que con cada momento de iluminación va cediendo terreno el modo de pensar racional del alumno y que surge en él un conocimiento nuevo y más profundo. Esta transformación es acompañada por la capacidad de disfrutar el presente, sean cuales fueren las circunstancias, y la sensación de vivir sin ataduras en el mundo cotidiano.
El punto de vista ortodoxo
Se considera que el aura de misticismo que rodea a la meditación zen puede volverla una riesgosa válvula de escape para algunas personas insatisfechas de la vida en la sociedad moderna. Esta disciplina no es una forma de psicoterapia, asà que no puede ofrecer solución a todos los problemas mentales y anÃmicos. La confrontación con el propio ser puede resultar tan abrumadora, que en las personas con defensas psicológicas endebles los efectos pueden ser contraproducentes.
El budismo zen está basado en una filosofÃa de la vida que proviene de la concepción oriental acerca del universo. Muchas de las técnicas utilizadas por los monjes budistas se han aplicado en Occidente en programas para aliviar el estrés, pero para asimilar su verdadera esencia hay que adoptar también dicha filosofÃa.