Ponga la mezcla de miel y en un reparto igual para los siete recipientes, distribuyéndolos por toda la casa. Cámbiela cada primero de mes al comenzar el día. Este simple trabajo natural, le evitará las malas vibraciones en su casa y le ayudará a mantener la armonía propicia para tener buena fortuna.
Si queremos dar más fuerza a este sencillo ritual podemos recitar cada vez que pongamos una nueva mezcla, la siguiente oración, en voz baja pero con el corazón abierto:
«Al igual que pongo yo (decir el nombre propio) la miel en el hogar, para endulzar mi vida y la de mis amados, alejo de este lugar toda la negatividad, y pido a las fuerzas superiores que atraigan lo bueno. Esto lo pido al Dios Todopoderoso.»
En alguna ocasión se puede cambiar el nombre del Todopoderoso, por el de algún Santo o Virgen de nuestra devoción.