NEURALGIA
Gracias a los nervios sensoriales, que a manera de cables conducen al cerebro las sensaciones táctiles, de temperatura y de dolor procedentes de todas partes del cuerpo, es posible adquirir conciencia de esas sensaciones. A veces, uno de dichos nervios sufre cierta alteración, de naturaleza aún desconocida para la ciencia, que produce una neuralgia; un dolor intenso en todo su recorrido.
Una de las neuralgias más comunes tanto en hombres como en mujeres es la del trigémino, nervio par cuyas ramas inervan cada lado de la cara. El resultado es un intenso dolor intermitente en el lado afectado.
Lo que los terapeutas aconsejan
Digitopuntura Para combatir la neuralgia del trigémino se oprime el extremo interior de la ceja del lado afectado, en dirección al entrecejo, o se ejerce presión hacia la quijada junto a las comisuras de los labios. Acupuntura Las neuralgias intensas exigen tratamiento en varios puntos del vaso gobernante y los meridianos de vesícula biliar, vejiga, intestino grueso, estómago e hígado. Se estimulan además los puntos correspondientes del lado opuesto al del dolor.
Aromoterapia Para las neuralgias faciales se aplica una mezcla de dos gotas de aceite esencial de clavo, una de albahaca y una de eucalipto en una cucharada de vehículo.
El punto de vista ortodoxo
Cuando es posible identificar la causa de la neuralgia, se prescribe un tratamiento destinado a combatirla. Los casos crónicos de causa incierta pueden requerir el uso de medicamentos que interrumpen la transmisión de las sensaciones dolorosas al cerebro, el empleo de la electroestimulación nerviosa transcutánea (vea ELECTROTERAPIA) o inyecciones de fenol en el nervio para destruir las fibras hipersensibles.
Las clínicas especializadas en el tratamiento del dolor constituyen un valioso apoyo para las personas aquejadas de neuralgias y otras formas de dolor crónico.