PALPITACIONES
En condiciones de buena salud, una persona sólo percibe sus propios latidos después de realizar un gran esfuerzo físico (correr para alcanzar un autobús, subir deprisa una escalera, etc.) o cuando es presa de emociones intensas, como la ANSIEDAD o el TEMOR. Los latidos que se perciben fuera de esas circunstancias se llaman palpitaciones y pueden indicar irregularidades del ritmo cardiaco. Existen tres tipos principales de irregularidades: la taquicardia, el ritmo irregular o arritmia y el ritmo ectópico.
En caso de palpitaciones persistentes, hay que consultar al médico antes de recurrir a cualquier terapia alternativa. Taquicardia Es un pulso anormalmente rápido: si se presenta de manera brusca e intermitente, se llama taquicardia paroxística. Puede deberse a hipertiroidismo (TRASTORNOS TIROIDEOS), a una excesiva secreción de adrenalina o a la ingestión de bebidas que contienen cafeína.
Ritmo irregular Común en los ancianos, también puede acompañar al ALCOHOLISMO, los trastornos tiroideos y ciertos defectos de las válvulas cardiacas o de las arterias coronarias .
Ritmo ectópico Consiste en la ocurrencia de un latido prematuro seguido de una pausa antes del latido normal. Es un trastorno común que afecta ocasionalmente a muchas personas, pero si persiste puede ser manifestación de excesiva ansiedad o síntoma de un trastorno cardiaco.
Lo que los terapeutas aconsejan
Masaje Si el médico lo autoriza, está indicada una fricción lenta en las extremidades.
El punto de vista ortodoxo
En la mayoría de los casos, la manera más eficaz de aliviar las palpitaciones es evitar las situaciones que producen ansiedad y abstenerse de bebidas alcohólicas, café y refrescos de cola. Si el médico sospecha la existencia de otras causas, tomará el pulso y la PRESIÓN ARTERIAL y ordenará un electrocardiograma para descartar una afección cardiaca, o bien, análisis sanguíneos para revelar padecimientos tiroideos.
Si se comprueba una irregularidad persistente del ritmo cardiaco, puede requerirse la administración permanente de medicamentos, el implante de un marcapaso artificial o la corrección quirúrgica de un defecto valvular.