POLIOMIELITIS
La poliomielitis es una enfermedad de causa viral cuyos síntomas iniciales son muy parecidos a los de la GRIPE: irritación de garganta. FIEBRE y DOLOR DE CABEZA que pueden persistir varios días. Por fortuna, la mayoría de las personas que contraen la infección sólo sufren esos síntomas de manera temporal y, si han sido previamente vacunadas, adquieren una inmunidad permanente contra ella.
Pero quienes no han recibido la vacuna y contraen la enfermedad terminan por sufrir encefalitis (inflamación de la masa encefálica), que se acompaña de fiebre, dolor de cabeza agudo, somnolencia y rigidez de cuello. Más tarde se presentan dolores y espasmos musculares, parálisis y atrofia, sobre todo de los músculos más afectados al inicio de la enfermedad.
Gracias a la vacunación en gran escala, la poliomielitis hoy día está casi erradicada de la mayoría de los países; pero todavía cobra víctimas entre los habitantes de zonas insalubres, donde se propaga por contacto directo o indirecto con las heces fecales de personas infectadas, sobre todo por deficientes prácticas de higiene y por beber agua contaminada.
Advertencia
La poliomielitis es una enfermedad grave que requiere atención médica oportuna en todos los casos. Las terapias y los remedios naturales sólo son un complemento al respecto.
Lo que los terapeutas aconsejan
TAI CHI
Consulta Se dice que mantener recta la espalda y permitir el libre flujo de energía por el cuerpo ayuda a relajar las articulaciones. Los ejercicios de respiración del taichi, que pueden practicarse para favorecer el estado meditativo o para dirigir la energía vital hacia la espina dorsal y las extremidades, son útiles para aumentar la coordinación muscular y la movilidad de la columna vertebral.
Otro aspecto benéfico del tal chi es que devuelve la entereza de ánimo a quien lo practica con constancia y de acuerdo con sus principios de belleza, creatividad y armonía de movimientos.
Otros tratamientos eficaces
Yoga
No hay pruebas suficientes de que esta disciplina tenga algún efecto preventivo o curativo sobre la poliomielitis. Pero se sabe que refuerza la vitalidad del cuerpo y la mente y que, por lo tanto, es útil para combatir infecciones y otros trastornos.
Hidroterapia
Se prescriben baños de agua tibia con chorros finos para mejorar la circulación de las piernas, y luego someterse a un programa de ejercicios ligeros en una bañera de hidromasaje.
El punto de vista ortodoxo
La poliomielitis puede prevenirse adoptando prácticas de higiene personal adecuadas y mediante una inmunización oportuna. En nuestro país existe un plan de vacunación obligatoria de la vacuna antipoliomielítica oral o Sabin para la población infantil menor de 18 años. La serie primaria de la vacuna consta de tres dosis: la primera se administra a los bebés a los dos meses de edad: la segunda, a los cuatro meses de edad y la tercera cuando el bebé tiene seis meses. Se aplican refuerzos a los 18 meses y a los cuatro años.
No hay curación específica para la enfermedad una que vez que se desarrolla, excepto diversas medidas para atenuar los síntomas. La parálisis y la atrofia muscular suelen ser permanentes, pero la fisioterapia y el empleo de aparatos y auxiliares ortopédicos ayudan a la persona a recuperar parte de la movilidad perdida y a llevar una vida casi normal.