CALAMBRES
Los calambres son espasmos musculares dolorosos que suelen afectar las piernas, los pies y, en el caso del calambre de los escribientes, la mano. Los músculos se contraen súbitamente y causan un dolor intenso que puede durar varios minutos. Los atletas y trabajadores manuales como los jardineros, que utilizan constantemente ciertos músculos, son propensos a los calambres, y otras ocupaciones pueden provocarlos con el tiempo.
Otras causas posibles son nadar en agua fría, una mala circulación en los músculos (TRASTORNOS CIRCULATORIOS) y una deficiencia de sal u otros minerales en la alimentación. Los dolores menstruales, con frecuencia llamados "calambres" o "cólicos", no obedecen a una contracción muscular como algunas personas suponen.
Lo que los terapeutas aconsejan
NATUROPATÍA
Autoayuda Conviene adoptar una alimentación rica en vitaminas y minerales, que incluya verduras de hoja verde, soja, frutos secos, cuajada, yogur, cereales enteros y semillas de zapallo (calabaza), sésamo y girasol. A veces se aconseja evitar alimentos ricos en colesterol, como las grasas lácteas y las animales en general, ya que el trastorno puede ser indicio de mala circulación por acumulación de colesterol en las paredes arteriales.
Los complementos de calcio, magnesio, potasio, hierro, vitaminas B, C y D, y las tabletas de algas marinas, proporcionan alivio si la afección se debe a una deficiencia nutricional. En caso de que las molestias se presenten después de hacer EJERCICIO o por la noche, conviene tomar una cápsula de vitamina E. Si se suda profusamente en el trabajo o al ejercitarse, quizá haya que tomar tabletas de sal para restituir la que se pierde con el sudor.
El terapeuta aconsejará dedicar parte del día a la relajación y al ejercicio, pues la TENSIÓN MUSCULAR empeora las molestias. Hay quienes aseguran haber mejorado de los calambres aplicándose un imán contra la parte afectada, envuelto en una venda floja, y tomando un tónico que se cree estimula la afluencia de sangre a las pantorrillas. El tónico se prepara añadiendo una cucharadita de jugo de limón, una de miel, una de clavos de olor y una cucha-rada de vino de jengibre a media taza de agua hirviendo; la mezcla se deja reposar 24 horas, y el paciente toma tres cucharadas antes de ir a dormir.
Homeopatía Para los calambres más intensos, sobre todo en las piernas y en los dedos de manos y pies, se emplea Cuprum metallicum. Si la molestia se localiza en las plantas de los pies, se usa Colchicum, y Nux vomita si los accesos sobrevienen por la noche sin causa aparente. La Calcarea carbonica es útil cuando además se tienen los pies fríos o exceso de peso. Quienes sufren de fatiga junto con los calambres mejoran con Arnica.
Hierbas Se dice que las decocciones de corteza de bola de nieve tienen un efecto relajante en los músculos; hay que tomar una taza pequeña tres veces al día. Para un tratamiento prolongado, se cree que las decocciones de cayutana y jengibre mejoran la circulación. También pueden usarse infusiones de jengibre.
Sales tisulares El fosfato de magnesio se considera útil para nutrir nervios y músculos, y para mitigar los calambres.
Hidroterapia Los baños de mostaza en los pies pueden aliviar los calambres de las piernas, y se aconseja la aplicación de compresas calientes y frías para aumentar el riego sanguíneo en los músculos afectados.
Aromoterapia Conviene tomar baños con agua que contenga aceites esenciales de albahaca, mejorana y té limón en cantidad de tres, tres y una gota, respectivamente, o bien, añadirlos en la misma cantidad a 20 ml de vehículo (aceite o loción) y frotar de inmediato la zona afectada con esta mezcla, dos veces al día si el trastorno persiste. Se dice que el uso regular de la aromoterapia combate con éxito los calambres.
El punto de vista ortodoxo
Los médicos consideran que la mejor cura para los músculos muy ejercitados es el reposo, y para los calambres persistentes acompañados de sudoración profusa, diarrea o vómito, la restitución de sales. A veces, cuando no pueden determinar la causa, recetan pequeñas dosis de quinina para mitigar los síntomas. En general no se oponen a las terapias naturales.
Qué hacer en caso de calambre
Con frecuencia es posible combatir los calambres estirando los músculos contraídos. En caso de calambre en el muslo, hay que sentarse, extender la pierna y hacer que otra persona levante el talón con una mano mientras presiona firmemente la rodilla con la otra. Si la molestia es en la mano, hay que enderezar lenta pero firmemente los dedos, abrirlos y oprimir con las yemas una superficie plana y sólida.
Otros tratamientos eficaces
Masaje Conviene extender el tratamiento más allá de la zona afectada; primero hay que estirar los músculos con movimientos de deslizamiento y amasamiento , y luego rematar con un golpeteo de los cantos de las manos, movimientos de presión a fondo o de effleurage para favorecer la circulación.