HERPES GENITAL
El herpes genital es una enfermedad infecciosa de los órganos sexuales causada por una variedad del mismo virus que produce los FUEGOS O FIEBRE INTESTINAL; en ambos casos se trata de infecciones de herpes simple, sólo que en dos partes no relacionadas del cuerpo. Una especie distinta de virus herpético es la causa de la VARICELA y del HERPES ZOSTER.
El herpes genital se contrae por contacto directo de los órganos sexuales con ampollas o lÃquidos que contienen el virus; las ampollas pueden ser visibles sobre la piel de la persona infectada o estar dentro de la vagina o el ano. Además, como ninguno de los virus de herpes simple es exclusivo de una parte del cuerpo, el contacto de la zona genital con ampollas labiales es también una vÃa de contagio, y viceversa.
La dolorosa erupción de ampollas caracterÃstica del herpes genital brota tras un periodo de incubación de 2 a 12 dÃas después del contagio; al cabo de unas tres semanas más, las ampollas acaban por reventarse y formar costras. En ocasiones, la erupción se acompaña de malestar general.
Después del primer ataque, el virus permanece latente en la raÃz de un nervio durante algún tiempo; luego, ciertos factores como el estrés y otros trastornos pueden reactivarlo y provocar una nueva erupción en el mismo lugar.
Autoayuda Hay que abstenerse del contacto sexual con personas infectadas mientras las ampollas estén húmedas. El empleo correcto de condones reduce el riesgo de contagio, pero no lo elimina.
Si se contrae herpes genital, los baños de asiento tibios con media taza de sal dan alivio durante la fase eruptiva. La aplicación local de agua de hamamelis ayuda a secar las ampollas, pero hay que evitarla si causa demasiado ardor. Las prendas de algodón holgadas son preferibles a las de lana o fibras sintéticas.
Para prevenir las recurrencias conviene ingerir cantidades adecuadas de vitaminas A, B y C (VITAMINAS), procurarse suficiente descanso diurno y nocturno y reducir el estrés mediante ejercicios de YOGA o RELAJACIÓN Y RESPIRACIÓN.
Lo que los terapeutas aconsejan
NaturopatÃa Según los terapeutas, las recurrencias de herpes genital se deben a una disminución de la vitalidad que el tratamiento debe corregir. Tal parece que un aminoácido, la lisina, atenúa los ataques y, en combinación con vitaminas B, fortalece el SISTEMA INMUNOLOGICO; las fuentes naturales de lisina son cordero, pollo, pescado, queso, leche, levadura de cerveza, poroto, germen de soja y casi todas las frutas y verduras. Los baños y lavados con agua salada reducen la irritación.
Aromoterapia Se prescribe tomar baños a los que se haya añadido una mezcla de aceites esenciales de eucalipto, tomillo y geranio, y aplicarse una loción preparada con tres gotas de cada uno de esos aceites y una cucharada de vehÃculo.
El punto de vista ortodoxo
Los médicos respaldan las medidas preventivas de autoayuda señaladas en los párrafos anteriores. Como no existe curación definitiva para el herpes genital, el tratamiento se limita a la aplicación local de ungúentos para calmar las molestias durante el ataque. En ocasiones se prescriben medicamentos antivirales de administración oral, pero su eficacia tiende a disminuir después de la primera erupción.
Por otro lado, como una mujer embarazada que esté infectada de herpes genital puede contagiar el virus a su bebé durante el parto, es muy probable que el ginecólogo que la atienda decida practicarle una cesárea para evitar el riesgo.
HERPES ZOSTER
La primera manifestación del herpes zóster suele ser un intenso dolor neurálgico en el trayecto de uno o más nervios espinales, casi siempre del pecho o de la espalda (raras veces es un nervio craneal el afectado). Al cabo de varios dÃas brota una franja de ampollas en la zona dolorosa, y en el curso de dos o tres semanas más éstas se revientan, se secan y forman costras. No obstante, el dolor puede persistir hasta varios meses después de curada la erupción, lo que se conoce como NEURALGIA postherpética.
El virus causante del herpes zóster es el mismo que produce la VARICELA, de ahà que afecte principalmente a los adultos que han padecido esta última enfermedad. Una vez que la varicela desaparece, el virus se aloja en la raÃz de un nervio y suele permanecer latente durante años; sin embargo, ciertos factores, como el contacto con un enfermo de varicela o un periodo de ESTRÉS, pueden reactivarlo y causar un ataque de herpes zóster.
En cualquiera de sus formas, el herpes zóster requiere atención médica, pero en particular si se localiza en la frente, cerca de los ojos, pues un retraso en el tratamiento podrÃa causar daños irreparables.
Lo que los terapeutas aconsejan
HomeopatÃa Algunos homeópatas aseguran que el ataque puede abortarse en su fase inicial con un tratamiento oportuno. Para las ampollas que causan comezón se prescribe Rhus toxicodendron con potencia decimal de 6; para el ardor y la picazón, compresas frÃas de Apis mellifica; para el dolor y la comezón intensos, Mezereum, y Ranunculus si se pierde el apetito.
Aromoterapia Tan pronto como aparezcan los sÃntomas hay que aplicar un linimento preparado con tres gotas de aceite esencial de geranio, tres de salvia y tres de tomillo en 20 ml de vehÃculo; si el frotamiento causa molestias, es preferible aplicar cuidadosamente el preparado con un algodón. También es posible verter los aceites mencionados en medio vaso de agua, mojar una gasa con esta mezcla y aplicarla sobre las ampollas.
Digitopuntura El tratamiento está encaminado sobre todo a combatir la neuralgia postherpética, para lo cual se aplica una fuerte presión en diversos puntos de acu-puntura (vaso gobernante y meridianos del estómago y los intestinos grueso y delgado). También se tratan los puntos de dolor cercanos a la erupción.
NaturopatÃa Como el herpes zóster suele presentarse en personas decaÃdas, quienes se debilitan aún más con la enfermedad, el objetivo del tratamiento es restablecer las fuerzas del enfermo. Para ello se prescriben altas dosis de vitaminas del complejo B, a veces en combinación con 1 g de lisina al dÃa. Se dice que la naturopatÃa es muy eficaz para tratar la depresión consecutiva a una neuralgia postherpética prolongada.
El punto de vista ortodoxo
La administración oportuna de fármacos antivirales suele abreviar la duración del ataque y prevenir la neuralgia postherpética. Para aliviar el dolor, el médico prescribirá algún ungüento emoliente o analgésicos por vÃa oral.
Conviene usar prendas holgadas para no rozar las ampollas, y darse dos o tres baños diarios en agua templada para mitigar las molestias. Se desaconseja la aplicación de talco en la zona afectada, ya que puede causar irritación.
Si el herpes zóster se localiza en la frente, el médico examinará los ojos en busca de úlceras herpéticas en la córnea; si las encuentra, prescribirá gotas oftálmicas especiales para prevenir mayores daños.