IONIZACIÓN
El aire puede producir diversos efectos en nuestro estado de ánimo: por ejemplo, la aprensión que nos provoca la proximidad de un vendaval, el alivio que sentimos cuando éste cesa y la sensación de bienestar que experimentamos al pasar un día en el campo o la montaña. En opinión de muchos médicos y terapeutas heterodoxos, la explicación de dicha influencia reside en las partículas con carga eléctrica del aire que los científicos llaman iones.
La mayoría de las partículas presentes en el aire son eléctricamente neutras, pero algunas pueden adquirir carga positiva o negativa. Cuando hay muy pocos iones negativos o muchos iones positivos en el ambiente (antes de una tormenta, por ejemplo), muchas personas sufren DOLOR DE CABEZA, letargo, DEPRESIÓN, irritabilidad y un malestar general. En cambio, la presencia de muchos iones negativos en el aire levanta el ánimo y despeja la mente.
Algunas partículas adquieren carga negativa por efecto de la radiación solar y estelar, así como por influencia de los relámpagos, las olas del mar y las corrientes de agua.
El aire fresco de las montañas y de las costas contiene muchos iones negativos, en tanto que el aire viciado de las ciudades contiene pocos o ninguno. Se dice que la contaminación ambiental, los aparatos de aire acondicionado, los calefactores, el polvo, las fibras sintéticas y los aparatos eléctricos destruyen los iones negativos y son la causa de la atmósfera asfixiante que se percibe en muchas casas y oficinas.
Autoayuda Las personas que viven en regiones donde hay vientos escasos y las que padecen ASMA pueden beneficiarse con el uso en casa de aparatos ionizadores, los cuales producen un flujo constante de iones negativos al permanecer encendidos y consumen muy poca energía.
Hay ionizadores portátiles de 3 a 4 m de lcance que pueden adquirirse en algunas tiendas de aparatos eléctricos; deben conectarse en un buró cerca de la cama o colocarse junto a un escritorio o mesa de trabajo. También hay aparatos de mayor potencia que se usan en oficinas, auditorios y salas públicas.
Dichos aparatos funcionan mejor si las puertas y ventanas están cerradas, y deben colocarse al menos a 50 cm de paredes y pisos para que los iones puedan fluir libremente por las habitaciones. Se debe procurar también no acercarlos a las ventanas ni a superficies pulidas pues la electricidad estática de éstas puede afectar su funcionamiento.
Otras medidas de protección son mantener limpios los ionizadores y las superficies contiguas, pues tienden a atraer el polvo y el humo del cigarrillo; usar con moderación los sistemas de calefacción y de aire acondicionado de la casa, y desconectar los aparatos eléctricos cuando no se usen.
Una opción barata y eficaz para recibir una descarga de iones negativos es darse una ducha, que refresca el cuerpo y ayuda a reponer las energías.
Aplicaciones de la terapia Se dice que el uso nocturno de un ionizador en el dormitorio ayuda a combatir trastornos respiratorios como asma, BRONQUITIS, FIEBRE DEL HENO y CATARRO. La ionización también sirve para combatir la depresión, el INSOMNIO, la MIGRAÑA y el dolor de cabeza, e incluso apresura la curación de las quemaduras de piel superficiales.
Además, se cree que la ionización previene algunas enfermedades pues limpia el aire de bacterias e impurezas como el humo del cigarro, el polen, el polvo y otras partículas que irritan las vías respiratorias y pueden provocar ALERGIA.
El punto de vista ortodoxo
El uso de ionizadores no parece producir efectos secundarios nocivos, y muchos médicos incluso reconocen sus beneficios. Ciertos estudios realizados en Gran Bretaña demuestran que muchas personas han sanado de enfermedades respiratorias, alergias y dolor de cabeza mediante el uso de ionizadores en sus lugares de trabajo.
Dichos estudios indican que un ambiente cargado de iones negativos tiene efecto estimulante, mientras que el exceso de iones positivos provoca depresión. Al parecer, los iones negativos hacen disminuir los niveles de la hormona serotonina en la sangre, el cerebro y otros tejidos, lo que tiene un efecto sedante en el sistema nervioso; esto quizá explique la utilidad de la ionización para combatir el asma, la irritabilidad y el ESTRÉS.