MÉTODOS DIAGNÓSTICOS CHINOS
Al igual que los médicos occidentales, los practicantes de la medicina tradicional china empiezan la consulta tratando de identificar el trastorno del paciente. Pero como tienen un concepto peculiar del funcionamiento del cuerpo y de las causas de las enfermedades, usan técnicas de DIAGNOSTICO muy distintas a las que conocemos. Los médicos chinos conciben la buena salud como un estado de armonía entre dos fuerzas naturales llamadas YIN Y YANG, que se complementan mutuamente para equilibrar la energía corporal o chi. Se dice que dicha energía fluye a lo largo de una red de canales invisibles llamados MERIDIANOS, que están vinculados con todos los órganos del cuerpo. Se cree que cualquier bloqueo o desequilibrio de chi en la red puede provocar una enfermedad física o mental.
El propósito del diagnóstico en disciplinas como la ACUPUNTURA y la DIGITOPUNTURA es identificar bloqueos o alteraciones en los meridianos para poder prescribir el tratamiento adecuado. Para formular el diagnóstico se emplean varias técnicas especiales, algunas de ellas milenarias. Además de interrogar al paciente sobre sus síntomas, historia clínica, hábitos y tren de vida, el terapeuta evalúa el timbre de su voz, textura y color de piel, pautas de respiración, posturas e incluso su olor corporal. Con esos datos se obtiene un cuadro detallado del estado de salud de la persona, si bien se concede más importancia a los resultados de los dos métodos diagnósticos siguientes: Diagnóstico por medio del pulso Es práctica común tomar por lo menos 12 pulsos diferentes, que corresponden a los principales aparatos y órganos del cuerpo.
El terapeuta los halla haciendo una leve presión con tres dedos (cada uno de los cuales detecta un pulso distinto) a lo largo de la arteria del interior de la muñeca: otros tres pulsos se miden haciendo una presión más profunda, y luego el procedimiento se repite en la otra muñeca. A veces se emplea una presión de intensidad media para tomar seis pulsos adicionales que supuestamente revelan el nivel de energía del organismo. Cada pulso se interpreta según una clasificación de 28 cualidades distintas, como "veloz", "escurridizo", "variable", "pleno", "disperso" y "nulo". Basándose en tal interpretación y en la intensidad relativa de cada pulso, el terapeuta determina en dónde hay desequilibrios de energía y cómo corregirlos.
Mediante deducción, y apoyados en la observación de los signos y los síntomas, los médicos expertos afirman poder identificar huellas de enfermedades pasadas y señales de alarma de trastornos futuros. Se dice que los pulsos también son afectados por factores como la hora del día, la estación del año y el nerviosismo o el cansancio de la persona. Un terapeuta con experiencia está consciente de dichas influencias y puede relacionarlas fácilmente con la información sobre el estado de salud del paciente. Diagnóstico lingual Los médicos chinos examinan el color, la forma y la textura de la lengua del paciente, así como su grado de humedad y si tiene rebordes, grietas, ulceraciones o cicatrices superficiales. El examen de las distintas partes de la lengua proporciona información sobre órganos específicos: por ejemplo, se dice que tener un color rojizo oscuro en la punta de la lengua es señal de cierta anomalía energética en el corazón, y las marcas de los dientes en los bordes pueden indicar un trastorno digestivo. Una lengua sana debe estar un poco húmeda, pues es señal de que los líquidos corporales fluyen libremente: si está seca o muy húmeda, se diagnostica un desequilibrio. El diagnóstico definitivo se obtiene teniendo en cuenta otros signos como el grado de rigidez de la lengua y si tiembla o no cuando la persona habla.