LA SANACIÓN ALQUÍMICA (NEI DAN GONG FA)
Dentro de la Medicina Energética, la Sanación Alquímica es un método todavía más sutil, más netamente energético. Se trata de un método de curación profunda creado y desarrollado por Anne Obellianne, fundadora de Casa del Cerro, inspirada en el conocimiento de los antiguos maestros taoístas chinos.
Este método está basado en la capacidad del terapeuta de acceder a un estado de conciencia expandida. En este estado y a través del toque alquímico, el terapeuta puede percibir los fenómenos sutiles presentes en el campo energético del paciente.
…La expansión de la conciencia del terapeuta produce el despliegue de un campo sanador que entra en contacto con el espacio vital esencial de la persona, produciéndose un “diálogo” entre la conciencia del terapeuta y el verdadero ser del paciente. Tanto más delicada y respetuosa sea la actitud interior del terapeuta, mas tranquila y profunda será la apertura y la sanación del paciente…
Esta interacción o “diálogo alquímico” moviliza la propia potencia sanadora existente intrínsecamente en el paciente, haciendo que su energía vital, alegre y dinámica por naturaleza, se expanda, se reconecte con su Ser más esencial y restablezca también su conexión nutritiva con el Cosmos, recuperando así su espacio original. Es aquí donde se produce la curación.
Este potente campo de acción-sin-hacer es conocido por los antiguos taoístas como el estado de Wu Wei.
El Ser posee aptitudes
Que el no-Ser emplea
Lao Tse
capítulo 11 del Tao Te King
LA SESIÓN DE SANACIÓN ALQUÍMICA
Durante la sesión de Sanación Alquímica, el paciente está acostado relajadamente. El terapeuta, sentado y en estado de meditación profunda, practica el toque alquímico, posando las manos bajo la cabeza del paciente.
De esa manera, la “Atención” focalizada de la mente del terapeuta en estado de Wu Wei entra en contacto directo con la realidad energética del cuerpo-mente de la persona, percibiendo los fenómenos sutiles presentes en su campo energético.
A menudo, estos fenómenos -percibidos por el terapeuta como sensaciones, imágenes, sonidos o escenas significativas- corresponden a huellas energéticas de vivencias, emociones o historias olvidadas de la vida del paciente o de sus antepasados.
Estas manifestaciones afloran durante el toque alquímico porque constituyen las claves de los problemas actuales del paciente que necesitan ser procesados.
A partir de sus percepciones y mediante un “diálogo alquímico” que puede realizar en voz alta o en silencio, el terapeuta dialoga de modo sutil con la conciencia profunda del paciente, y la energía de éste “responde” desplegándose y movilizando su acción sanadora.
EL TAO Y EL WU-WEI
Es muy difícil intentar explicar la sorprendente y eficaz potencia sanadora de este método terapéutico creado por Anne Obellianne, la Sanación Alquímica. Quizás su clave más profunda radica en cómo el terapeuta es capaz de vivenciar de manera concreta el Tao y la práctica del Wu Wei, sanando “sin hacer”.
Para los taoístas, el Camino o Tao consiste en practicar el Wu-Wei (hacer sin hacer) o actuar de forma espontánea y natural sin ninguna intención. Como la flor, que en estado de Wu Wei, no hace nada, simplemente es una flor y florece.
Lao Tse nos enseña, además: “No hay cosa que el no-hacer (Wu Wei) no haga”. Cada ser humano es un microcosmos, a la vez es y contiene en sí el universo entero.
Al estar centrado, en estado de quietud y alerta profundos, el terapeuta de Sanación Alquímica conecta su propio eje con el eje del mundo. Desde este espacio, su “atención sin intención” posibilita que se despliegue esta potente acción sanadora.
El sabio conoce sin viajar
Comprende sin mirar
Obra sin hacer
Lao Tse
capítulo 47 del Tao Te King