Ricino o Higuerilla
Ricinus communis, L
CaracterÃsticas
Es una planta de varias especies, algunas arbóreas, otras de tipo arbusto o herbáceas. Sus hojas son alternas, pecioladas, palmadas, lobuladas; las flores van dispuestas en racimos ramosos, piramidales, extraaxilares. Los frutos son casi esféricos y presentan la superficie bien provista de papilas espinosas, alargadas, blandas y de color verde o rojizo. Donde más se cultiva es en el Brasil y las Antillas, en Egipto, China, Argelia y, de modo especial, en Sicilia.
Esta planta es conocida desde la más remota antigüedad, pues se halla indicada en la Biblia y figura en las narraciones de Heródoto. Teofrasto y Rioscórides la describieron con el nombre de "kiki". Plinio dice que los romanos la llamaba "ricinus" por la se-mejanza de sus semillas con unas garrapatas que llevaban el mismo nombre. Hipócrates y Dioscórides afirman que en su época la usaban para el alumbrado y como purgante. Caillard indica que entre los egipcios debió gozar de una estimación especial, pues se ha encontrado en muchos sarcófagos.
Los peruanos llaman a las semillas de esta planta, "piojos del diablo".
Actualmente se cultiva el ricino también para alimentar con sus hojas a un gusano de seda cuyo nombre cientÃfico es Bombix cynthia.
Uso medicinal
En medicina se emplean las semillas y el aceite que se extrae de ellas, y también las hojas.
a. Semillas. Son muy activas como purgante y sirven para extraer el aceite de ricino, tan conocido y tan aborrecido por los niños.
Una sola semilla, administrada en forma de emulsión, puede producir vómitos e incluso efectos purgantes. Por lo general, una o dos consiguen efectos laxantes; 4 a 6 producen efectos muy drásticos, sobre todo en ayuna. Se usan, de ordinario, cuando no se tiene el aceite a mano.
b. Aceite. El aceite de ricino es un purgante muy recomendado, pues no produce irri-tación en el tubo digestivo y consigue deposiciones del bajo vientre sin causar trastornos en el intestino. De ahà que sea muy útil en los estreñimientos —sobre todo pertina-ces—, bernia estrangulada, peritonitis y metritis. Cuando se quiere destruir las lombrices, se toma algún vermÃfugo, como gencia-na, limón, valeriana, culén, etc., y luego una dosis de ricino.
Los efectos fisiológicos del ricino son muy curiosos. El aceite exprimido en frÃo y recién preparado no es purgante; tanto es verdad que en China lo usan como alimento. Para que produzca en este caso efectos pur-gantes es preciso tomarlo en gran dosis, y entonces purga por indigestión. Cuando se obtiene por expresión en caliente, cuando es rancio o añejo, por contener principios acres, es purgante con sólo la dosis de 15 a 20 gramos. De ordinario se administra a los adultos en dosis de 15 a 60 gr, y de unos 8 gr a los niños. Héraud dice que se puede tomar en dosis de 20 a 30 gr en una infusión de café, o una infusión aromática, en emulsión hecha con una yema de huevo o goma tragacanto, o caldo de vaca desengrasado y muy caliente. Como es muy nauseabundo, a veces produce vómitos, y entonces son nulos sus efectos purgantes. Por lo que ya se ha dicho, evÃtese usar semillas o aceite ran-cio; si es preciso usarlos en ese estado por no tener nada mejor a mano, adminÃstrense en pequeñas dosis.
El ricino sirve para darle al colodión quirúr-gico (usado en vendajes) esa elasticidad par-ticular que le impide romperse por la trac-ción que le comunican las partes cubiertas con ese material.
c. Hojas. Las hojas son emolientes, y externamente se usan en lavativas a la dosis de 30 a 50 gramos. Aplicadas a los pechos, ayudan en la menstruación y se cree que pueden provocar la secreción de la leche. También son vulnerarias y facilitan la cicatrización de las heridas.