ENURESIS
A muchos padres de familia les preocupa que los niños mojen la cama, lo mismo si lo hacen todos los dÃas que si el problema ocurre en forma ocasional. Los médicos llaman enuresis primaria y secundaria a estas dos variantes del mismo trastorno, y tanto ellos como los terapeutas heterodoxos subrayan la importancia de no avergonzar al niño por orinarse en la cama ni tratar de obligarlo a que supere el problema recurriendo al castigo fÃsico, las reprimendas u otro método coercitivo.
Mojar la cama es un contratiempo normal en algunos niños hasta los tres o cuatro años de edad, periodo en que terminan de aprender a controlar el funcionamiento de la vejiga urinaria. Según cierta estadÃstica, dos de cada tres niños permanecen secos durante el dÃa a los 30 meses de edad, pero uno de esos dos moja la cama en las noches; seis meses después, 85% de los niños permanecen secos de dÃa y de noche. y sólo mojan la cama de manera ocasional. A los cinco años de edad, apenas 9% de los niños se orinan en las noches, y al cumplir los 15, únicamente dos de cada 100 lo siguen haciendo.
Pero aun cuando son relativamente pocos los niños que padecen enuresis, ésta puede perturbar la concordia familiar. Muchos padres y hermanos mayores no saben cómo proceder, y algunos de ellos recurren a remedios tan irracionales como dolorosos: colocar trapos calientes en la entrepierna del niño, obligarlo a lavar sus propias sábanas y su ropa interior o sentarlo en la bacinilla (bacinica) o el inodoro hasta que se le adormezcan las piernas.
En los últimos años se ha difundido más información seria sobre la enuresis para que no se siga sometiendo a los niños a remedios inútiles. La enuresis primaria suele deberse a un desarrollo lento del C, y la secundaria a algún factor emocional o psicológico que provoca ANSIEDAD, como el nacimiento de un hermanito o presenciar las riñas de los padres. En ocasiones éstos agravan el problema al obligar al niño a sentarse en la bacinilla (bacinica) a muy corta edad, o al emplear palabras soeces para referirse al acto de orinar o defecar.
Otras causas de enuresis son las infecciones urinarias (TRASTORNOS DE LA VEJIGA) y los defectos congénitos de la vejiga. A veces el trastorno es consecuencia de una combinación de causas, y si el niño ha sido maltratado por mojar la cama, el problema no sólo suele empeorar sino que ocasiona un daño psicológico grave. Cabe señalar que en algunos casos los niños mojan la cama como un recurso inconsciente para obtener atención, y mientras no se solucione el problema, una medida práctica que conviene tomar es cubrir el colchón con un protector de plástico.
CONSEJEROS
Consulta Un consejero profesional (por lo común un psicólogo o un psicoterapeuta) asesora a los padres del niño y hace que éste participe en el tratamiento; por ejemplo, le pide que marque con una estrella en un calendario los dÃas en que no haya mojado la cama, y una o dos semanas después, recibe un juguete u otro premio según el número de estrellas marcadas, asà como elogios por parte de sus padres.
HERBOLARIA
Consulta Si hay factores psicológicos de por medio, como ansiedad, es probable que el terapeuta trate de contrarrestarlos con diversos remedios herbales; quizá prescriba una tisana de hipericón como relajante y antidepresivo, y una de cola de caballo para ayudar a vaciar la vejiga y tonificar los músculos.
El punto de vista ortodoxo
Algunos médicos recomiendan recurrir a los consejeros o al condicionamiento con zumbador descrito anteriormente, e incluso indican a los padres dónde adquirir la almohadilla. Sin embargo, la prioridad es convencerlos de que el niño tarde o temprano aprenderá a controlar las ganas de orinar, lo que implica entender que mojar la cama es parte del desarrollo normal. Esto dará seguridad al niño, y si la enuresis se debe a alguna preocupación o temor (a la oscuridad, por ejemplo), es probable que sienta confianza de hablar y sus padres podrán remediar al problema.
Mientras tanto, conviene poner en práctica estas medidas: no darle nada de beber al niño por la noche y hacerlo orinar antes de que se vaya a dormir; darle lÃquidos en abundancia durante el dÃa (para tratar de expandirle la vejiga) y hacerlo retener la orina el mayor tiempo que pueda; poner una bacinilla (bacinica) cerca de su cama para que la use por la noche, y premiarlo cuando no moje la cama.
Si se sospecha que la enuresis tiene una causa que requiera tratamiento médico, será necesario llevar al niño al pediatra.
Lo que los terapeutas aconsejan
TERAPIA CONDUCTISTA
Autoayuda La técnica de condicionamiento, por medio de la cual el niño aprende gradualmente a regular la función urinaria, ha tenido excelentes resultados. Consiste en colocar una almohadilla hidrosensible bajo las sábanas de la cama del niño; cualquier lÃquido que hace contacto con la almohadilla activa un zumbador, cuyo sonido despierta al niño y entonces éste se ve forzado a contener la orina en forma refleja, apaga el zumbador y acude al baño. Este tratamiento parece surtir efecto en tres de cada cuatro niños.