INCONTINENCIA
Se llama incontinencia a la incapacidad de controlar voluntariamente las funciones de micción y defecación, un trastorno que a veces resulta difÃcil de curar y que exige atención médica en todos los casos.
En los niños la incontinencia urinaria suele deberse a la inseguridad ( ENURESIS); en las mujeres, la causa puede ser un PROLAPSO ocasionado por el parto, y en los hombres, los TRASTORNOS DE LA PRÓSTATA. Recibir un golpe en el bajo vientre puede afectar el control nervioso de la vejiga y provocar incontinencia (TRASTORNOS DE LA VEJIGA).
En cuanto a la incontinencia fecal, la causa más frecuente es el ESTREÑIMIENTO, lo que no resulta paradójico si se considera que la obstrucción intestinal que provoca la materia fecal sólida no impide la excreción involuntaria de heces lÃquidas.
Cuidar a una persona incontinente no es una tarea sencilla, sobre todo si es un anciano o un inválido. Además de los inconvenientes del mal olor y la ropa mojada, el enfermo tiene que soportar el desgaste emocional que su trastorno le ocasiona. Es por eso que el tratamiento médico debe reforzarse o complementarse con alguna forma de ayuda psicológica.
Lo que los terapeutas aconsejan
Herbolaria Algunos herbolarios prescriben tomar tres veces al dÃa una decocción de maravilla o de ulmaria para normalizar la función digestiva.
NaturopatÃa Entre las medidas que conviene tomar están los baños de asiento calientes y frÃos ( HIDROTERAPIA) y aplicar alternadamente compresas calientes y frÃas en el bajo vientre y en la región lumbar para mejorar la circulación y el tono muscular. Ciertos ejercicios pélvicos (EMBARAZO) pueden ayudar a las mujeres a recuperar el control sobre sus funciones corporales.
El punto de vista ortodoxo
Es indispensable consultar a un especialista para determinar la causa de la incontinencia. El médico someterá al paciente a numerosas pruebas diagnósticas antes de prescribir el tratamiento.