CHOQUE O SHOCK
El término "choque" (shock) se utiliza en medicina en relación con diversos trastornos. Se llama choque clínico al estado de urgencia producido por la disminución prolongada del volumen de sangre circulante y la consiguiente falta de irrigación de los tejidos. Sus síntomas más comunes son debilidad, palidez extrema, pulso débil e irregular, baja presión arterial y, a menudo, pérdida del conocimiento. Entre las causas de este tipo de choque están la electrocución, el haber estado a punto de ahogarse las quemaduras graves, una impresión profunda, un DOLOR muy intenso, las hemorragias profusas y el vómito (NÁUSEAS Y VÓMITO) o la DIARREA abundantes.
El choque anafiláctico presenta los mismos síntomas que el anterior, pero su causa es una reacción alérgica muy violenta (a veces mortal) desencadenada por alguna sustancia a la que el organismo es sensible. Así, algunos sueros de origen animal, como el antitetánico y el anticrotálico, al igual que las picaduras de ciertos animales, pueden causar un choque anafiláctico si la persona ha recibido una inyección o picadura con la misma sustancia anteriormente.
Por último, se llama choque psíquico o emocional al estado de aturdimiento y confusión que se produce en las personas afectadas por una calamidad o que han sufrido una grave pérdida.
Advertencia El uso de terapias naturales sólo es aconsejable para los casos de choque psíquico. El choque clínico y el anafiláctico requieren atención médica de urgencia.
Lo que los terapeutas aconsejan
Homeopatía Para el choque psíquico causado por el anuncio de una mala noticia, los homeópatas recomiendan tomar una pastilla de Ignatia con potencia decimal de 300 200 cada cinco minutos, hasta recuperar la calma.
Masaje Deben evitarse los movimientos de percusión, como el tapotement; el tratamiento debe limitarse a aplicar las técnicas de effleurage y pétrissage.
Flores de Bach La leche de gallina ayuda a aliviar el choque emocional y los traumas psíquicos. El Remedio de urgencia se utiliza cuando se tienen emociones intensas o se sufre de desmayos.
El punto de vista ortodoxo
Las personas que se encuentran en estado de choque psíquico suelen recuperarse rá-pidamente; el remedio más eficaz consiste en brindarles atención y confortarlas. No obstante, conviene recordar que una impresión muy profunda también puede provocar un choque clínico.
En caso de choque clínico o anafiláctico es necesario buscar asistencia médica sin tardanza; mientras se espera a recibirla, hay que acostar a la víctima con las piernas en alto y de modo que la cabeza quede por debajo del nivel del corazón, para asegurar el suministro de sangre al cerebro y evitar así que pierda el conocimiento. Se debe comprobar que no haya objetos alo-jados en las vías respiratorias y, si la persona no respira, practicar la respiración de boca a boca.
Si la víctima está inconsciente, hay que acostarla boca abajo con la cabeza vuelta hacia un lado y con el brazo y la pierna del mismo lado flexionados hacia adelante (posición de reanimación); de este modo se evita que la lengua, la saliva o un posible vómito obstruyan la garganta. Si hay hemorragia, debe comprimirse firmemente la zona de la herida con un trapo limpio.
La atención médica inmediata consiste en la administración de oxígeno, suero fisiológico por vía intravenosa y, en caso de choque anafiláctico, inyecciones de adrenalina. Luego el médico averiguará y tratará la causa del choque.