CRATEGUS
Tranquilizante y cardiotónico
Es indudable que sus frutos constituÃan una notable fuente de alimentación de los hombres primitivos, pues se encuentran grandes cantidades de sus cuescos en las ciudades lacustres y en los paÃses limÃtrofes del bajo Danubio se hacÃa una especie de pan con la harina conseguida secando y pulverizando los frutos. Por ello, antiguamente en Europa Central a los frutos del espino albar se les llamaba bayas de harina.
Las civilizaciones antiguas consideraban al espino albar como portador de la buena suerte; asÃ, entre los griegos, cada invitado a un festÃn de boda debÃa aportar a los nuevos cónyuges una rama de espino albar para asegurar su prosperidad. En Roma, esta costumbre se perpetuó haciendo que muchos recién casados llevasen una rama de espino albar al llevar a su esposa a la cámara nupcial.
E incluso se ha dicho que cuando Dios decidió hablar a Moisés bajo la forma de una zarza ardiente, ésta era una mata de espino albar.
Sin embargo, el empleo del espino albar como antiespasmódico, tranquilizante y cardiotónico es reciente, pues los antiguos sólo lo mencionan para recomendar sus flores contra la gota (P. des Crescences), la pleuresÃa (Tragus) y la leucorrea (Gilibert), y sus bayas contra la diarrea (Dioscórides y Laguna) y los cálculos renales (L. Bourgeois y L. de Chesne).
Hasta 1695, en un manuscrito anónimo descubierto por el doctor Bonnejoy y recopilado por el doctor Leclerc a finales del siglo pasado, no aparece la primera indicación de su uso en el tratamiento de la arteriosclerosis y los trastornos circulatorios; a partir de entonces se le han reconocido unas virtudes que hasta aquel momento sólo recogÃa el saber popular que lo consideraba idóneo para calmar las palpitaciones y combatir el insomnio; y ahora, cada vez se emplea con mayor frecuencia y éxito en multitud de afecciones.
Nombre botánico
Es el Crataegus oxyacantha de la familia de las Rosáceas.
Sinónimos
Espinera, espinera blanca, espino blanco, majolero, majuel pañol); Aro blanc, espà blanc, cirerer de pastor (catalán); ar ne, épine blanche, épine de mai, senellier (francés); bianco (italiano); white thorn (inglés); weissedorn (alemán); espir alvar, piriteiro (portugués).
La planta
Es un arbusto que puede alcanzar hasta los cuatro metros y cuyo tronco está cubierto por una corteza lisa y de un gris claro que con el tiempo se convierte en agrietada y r Sus ramas están guarnecidas de afiladas espinas y hojas cap le un verde brillante, y al comenzar la primavera se cubr numerosas flores blancas, a las cuales suceden en el verano Frutos pequeños y rojizos.
En realidad, bajo el mismo nombre se engloban varias especies de Crataegus, todas ellas con las mismas virtudes ;sólo se distinguen por sus hojas, desde las profundamente unidas en cinco o siete lóbulos del C. monogyna, hasta las C. oxyacantha, de tres a cinco lóbulos apenas insinuados, con nervios más arqueados.
Las flores, de cinco pétalos, débiles y perfumadas, estás nietas por largos peciolos en pequeños ramilletes blancos con unas tonalidades rosadas.
Los frutos, semejantes a pequeñas peras de color rojizo poco carnosos, insÃpidos y farináceos, encerrando de una semillas.
Las flores se recolectan en primavera, cuando están a punto de abrirse y se desecan lo más rápidamente posible al sol en un lugar aireado y luego se conservan en un sitio seco sin embargo, hay quien prefiere poner un plástico sobre ellas debajo de las matas y sacudirlas, para recoger asà los pétalo sin esfuerzo.
La corteza de las ramas jóvenes se recolecta a finales de invierno, antes del despertar completo de la savia, y los frutos en otoño, una vez están bien maduros; unos y otras deben secarse en un horno o una estufa a calor muy suave; y las hojas en cualquier momento, pero preferiblemente en primavera.
Hábitat
Crece espontáneo en los torrentes y laderas de las montañas de toda Europa, de ambas orillas de la cuenca mediterránea y de Norteamérica.
Principios activos
Las flores contienen manganeso, quercitina, trimetilamina, procianidina, lactonas, flavonoides, y pequeñas cantidades de esencia. En las bayas también existen trazas de ácido cianhÃdrico, y además en la corteza crataegina y oxiacantina.
Efectos
La corteza es febrÃfuga y las hojas astringentes y antidiarreicas, y los frutos astringentes, antidiarreicos y antiescorbúticos.
Pero lo más importante son las flores, que se consideran un excelente tónico del corazón y del sistema circulatorio, aparte de regular la tensión arterial, de manera que tanto si es alta como si es baja los resultados son siempre los mismos: volverla a sus niveles normales. Si a eso añadimos que no es tóxica ni acumulativa, comprenderemos que muchos médicos consideren a las flores del espino albar superiores a la digital y a todas las demás drogas empleadas contra la arteriosclerosis y la angina de pecho. además, son sedantes y antiespasmódicas, lo que las hace útiles en los casos de insomnio y en todo tipo de alteraciones neurovegetativas.
Preparaciones
La corteza se administra en forma de polvo o infusión; las hojas y los frutos en decocción y cataplasmas; y las flores en infusión, tintura y vino.
Polvo de corteza
Como febrÃfugo es útil pulverizar finamente la corteza de las ramas tiernas una vez bien desecadas. De este polvo se tomarán 810 gramos cada cuatro horas durante los accesos.
Infusión de corteza
Se echan 50 gramos de corteza triturada en un litro de agua hirviendo; se separa del fuego y se deja reposar 10 o 15 minutos; se cuela y al igual que el polvo, se toma una taza cada cuatro horas durante los accesos.
Decocción de hojas o frutos
En un litro de agua se hierven durante 15 minutos 30 gramos de frutos bien machacados. Se retira del fuego, se deja reposar otros 15 minutos y se filtra. Se toman de 3 a 5 tazas diarias aromatizadas con miel. Si se carece de frutos pueden usarse las hojas, pero doblando su cantidad en peso
En caso de anginas puede usarse la misma decocción, pero incrementando la dosis de frutos a 50 gramos.
La misma decocción con 100 gramos de frutos, se dice que ayuda a eliminar los cálculos renales. Para ello se toman 2 o 3 tazas al dÃa.
Cataplasma de frutos
Machacar una cantidad suficiente de frutos frescos y emplearlos en cataplasmas sobre el corazón o la región lumbar, según se quiera combatir la angina de pecho, las palpitaciones o el lumbago.
Infusión de flores
Se pone a calentar un litro de agua y cuando rompe a hervir se apaga el fuego y se echan 30-60 gramos de flores. Se tapa el recipiente, se deja reposar 15 minutos y se cuela el lÃquido, que se bebe tibio o frÃo.
La dosis es de una taza antes de las comidas principales durante un mes; luego se descansan diez dÃas antes de reemprender el tratamiento.
En casos de arteriosclerosis avanzada en que se teme la posibilidad de una angina de pecho, puede aumentarse la dosis a tres tazas diarias.
Tintura
Se ponen a macerar 200 gramos de flores en un litro de alcohol de 60° durante una semana, removiendo suavemente cada dÃa.
Luego se cuela el lÃquido con un lienzo, se exprime bien el residuo, se mezclan los dos lÃquidos obtenidos y se filtra.
De esta tintura se recomienda tomar 10 gotas tres o cuatro veces al dÃa durante tres semanas al mes para la hipertensión, y 40-50 gotas antes de acostarse, como antiespasmódico e hipnótico.
Vino
Se prepara macerando 50 gramos de flores en un litro de buen vino blanco durante 10 dÃas. Se filtra y se toman tres o cuatro cucharadas al dÃa. |